Durante quince años, desde 2008 a 2023, el trabajo del fotógrafo adnamantino Jorge Sanz ha tenido la labor de captar los quehaceres y el día a día de uno de los últimos pastores de la comarca soriana de Almazán, homenajeando ese oficio ancestral y a sus protagonistas. Este trabajo ha llegado hasta las librerías en forma de libro, titulado ‘El adiós de otro rebaño’, que recoge las mejores instantáneas de esta paciente tarea.
Dos profesionales de la ganadería ovina, Ramón y Agustín Almenar, son los protagonistas de esta obra cuyo autor pretende que las imágenes y textos de «den a conocer el oficio del pastoreo y sirva como homenaje para esos pastores anónimos que, en palabras de mi amigo David Ortega, que ha realizado el prólogo del libro, hicieron y construyeron nuestra propia historia en silencio y sin saberlo”, expone Sanz.
Vivencias y anécdotas del pastoreo tradicional
‘El adiós de otro rebaño’ recoge también anécdotas y vivencias de Ramón durante sus más de 50 años cuidando rebaños. Estos testimonios hablan de noches a merced de las tormentas y de peligrosas travesías por veredas cubiertas de niebla o nieve y narran comportamientos sorprendentes de alguna de sus ovejas, cabras o burros.
“Estamos ante relatos fascinantes por su atemporalidad. Aunque han sucedido hace poco tiempo, bien podrían ser de hace cientos de años. Además, antes de que hubiera televisiones, historias parecidas a estas que cuenta Ramón eran fuente de entretenimiento y, sobre todo, de conocimiento. De boca de padres y abuelos, los pequeños de la casa aprendían los pormenores de un oficio y a como desenvolverse en la vida”, añade Sanz.
Estampas atemporales
Algunas de las estampas que recoge esta obra fotográfica son la burra Francisca llevando corderillos en sus alforjas; Ramón ordeñando los calostros a una cabra; Agustín con una remolacha gigante en un frío mes de enero y cerca de un millar de ovejas.
Las imágenes capturan la belleza del sobrio pero bello paisaje rural castellano, y también revelan la esencia humana, la conexión y el amor con los animales y la sabiduría trasmitida de generación en generación. “Un testimonio conmovedor de la dedicación y el amor de Ramón y Agustín por su rebaño. Una historia que discurre en su totalidad en Viana de Duero pero que podría ser extrapolable a cualquier lugar de mundo”, añade Sanz.