Los ganadores de los Premios Albillo 2019 han sido Mariano Callejo, en la categoría de Tintos, y María Jesús Relea en Rosados. También han resultado premiados Juan Carlos Bolopo y Antonio Segurado en Tintos, y Joaquín López Ramos y hermanos Gayubo Herrero en Rosados, como segundos y terceros respectivamente. Además, el público ha valorado el tinto de María Rosario Gómez y el rosado de María Jesús Relea como mejores elaboraciones de este año.
El concurso ha tenido lugar el pasado martes en Sinovas. Ya la decimosexta edición del concurso decano de la Ribera del Duero de cata de vinos de elaboración propia. Una edición que, por cierto, ha tenido un ambiente especial porque ha coincidido con la autorización por parte del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero de la elaboración de vinos blancos de calidad con la variedad Albillo Mayor, que da nombre a este concurso.
En esta edición se han presentado 8 vinos rosados y 11 vinos tintos procedentes de viñedos de Sinovas, Aranda de Duero, La Aguilera, Fuentespina, Nava de Roa, Gumiel de Izán, Fuentelcésped y Quintana del Pidio.
Origen del certamen
En los pueblos de la Ribera del Duero, y concretamente en Sinovas, existía la tradición de ir visitando las diferentes bodegas del vecindario con el fin de catar los vinos que cada uno había elaborado. Durante la degustación de dichos vinos, se iba comentando cuál gustaba más, qué defectos tenía uno u otro, etcétera, para habitualmente finalizar con un “este vino que has hecho este año está bueno, casi tanto como el mío”.
Fue en el año 2004, cuando con el afán de recuperar esta tradición de catar esos citados vinos visitando las diferentes bodegas, surge la idea de rememorarla. Sin embargo, por aquel entonces la gente mayor, amante de esta tradición, tenía dificultades de movilidad, y además los elaboradores ya no guardaban sus vinos caseros en las viejas bodegas, por lo que se trasladó la cata a la plaza del pueblo mediante un concurso al que se le denominó Premios Albillo, un nombre propuesto por María Rosario Gómez Sacristán, en honor a la variedad de esta uva blanca típica de la Ribera del Duero y que por aquel entonces, estaba pasando unos de sus peores momentos, en favor del tempranillo.
Objetivos
Además de recuperar una vieja tradición, y obviamente, como certamen que es actualmente, galardonar a los mejores vinos de todo aquel que desee participar, desde la organización también se pretende fomentar la cultura del vino y de la viña, y poner en valor la variedad albillo.
Curiosidades
El jurado de la decimosexta edición ha estado compuesto por la directora de la escuela española de cata Carmen Garrobo, y por los miembros de la Asociación de Sumilleres de Aranda y Ribera (ASAR) Luciana Calvo, Acis y Miguel Cámara.
Pese a su humildad, el prestigio del concurso ha hecho que hayan pasado por el jurado en ediciones anteriores personas ilustres de la Ribera del Duero como el presidente de la denominación de origen Enrique Pascual, el director de GSK Ismael de los Mozos, el promotor del certamen de pacharán Miguel Ángel González, así como también técnicos y expertos como Francisco Basconcillos, Rosa González Alonso, Eduardo Martínez Gayubo o Mariano Callejo.
Los hermanos Gayubo, y posteriormente sus descendientes hermanos Gayubo Herrero, son los elaboradores de vino cosechero que más veces han sido galardonados durante los dieciséis años de historia de este certamen.
A lo largo de estos años, además de valorar vinos cosecheros de alta calidad, el concurso ha servido para reconocer la labor de Isacio Arranz de Bodegas Vitulia por su trabajo de defensa del vino de la Ribera y en la recuperación de la variedad albillo, así como a Juan Martín Gayubo por su legado en la elaboración de vinos cosecheros, éste último a título póstumo.
El incansable trabajo de José María Velázquez y Julio Brogeras, en colaboración con la asociación Amigos de Sinovas, han hecho posible año a año la organización del evento.