Castilla y León no puede permitirse que desaparezca el patrimonio vinculado al Canal de Castilla. Un congreso internacional ha dejado clara la necesidad de coordinar a los diversos agentes implicados en esta infraestructura única
Miguel Ángel García // historiador y gestor cultural
El pasado mes de septiembre se celebró el IV Congreso Internacional del Canal de Castilla en Palencia versado sobre el Paisaje Cultural. Las celebraciones de los distintos congresos han servido de alicientes para avanzar en un elemento tan apasionante y complejo como es el Canal de Castilla.
En 1990 se celebró el I Congreso Internacional dedicado a la conservación. Tras su celebración, se declaró como BIC por la Junta de Castilla y León y en 2001 se aprobó el Plan Regional del Canal de Castilla. Todo esto se produjo tras conocer en profundidad los diversos bienes patrimoniales que lo componían. Hasta la celebración del siguiente congreso, se crearon dos Asociaciones importantes para la promoción y difusión del Canal como fueron la Asociación para el desarrollo integral de las comarcas y zonas de influencia del Canal de Castilla en 1994 y la Asociación de pueblos ribereños del Canal de Castilla – SIRGA, fundada en 2002.
El II Congreso denominado ‘Gran Parque Lineal de Castilla y León’ se celebró en 2004. Fue el germen de la aprobación del Plan de Excelencia Turística del Canal de Castilla con la constitución del Consorcio para la gestión turística. Esta entidad gestionó diversos fondos económicos para crear infraestructuras turísticas, amparado en las tres diputaciones provinciales.
En 2010 se celebró el III Congreso con el lema ‘El agua que nos une’ y que sirvió para avanzar en la colaboración público-privada para la gestión de diversos activos sobre el Canal. El Paisaje Cultural de Castilla y León ha sido el lema utilizado para este IV Congreso en el que se ha reafirmado el interés por avanzar en la gestión global y promoción de esta joya castellana y leonesa, así como en el apoyo de las distintas administraciones públicas de forma coordinada.
Desde la finalización como medio de transporte en 1959 el abandono de los edificios fue creciendo de forma alarmante. Las esclusas cambiaron su fisonomía con la retirada de las compuertas sustituidas por presillas de hormigón y la construcción de aliviaderos. Gestionado por la Confederación Hidrográfica del Duero, se dedicó exclusivamente al riego y abastecimiento de agua al consumo humano.
Sin embargo, la protección patrimonial de los diversos elementos rige bajo la Dirección General de Patrimonio de Castilla y León, así como la promoción turística con el Consorcio. Todo ello sin olvidarnos de las distintas asociaciones existentes y el tejido empresarial que trabajan de forma activa por recuperar el esplendor del Canal.
Todos estos elementos conforman la complejidad del Canal: abastecimiento, riego, protección del patrimonio cultural, medio ambiente, turismo o deporte…. ¿Cómo mejorar su coordinación? Este aspecto ha sido uno de los puntos destacados más tratados en el Congreso.
El IV Congreso, que contó en el Comité Científico con diversos profesores universitarios liderado por el catedrático de Geografía de la Universidad de Valladolid Eugenio Baraja, mostró un completo programa de conferencias y mesas redondas en las que se trató la problemática y oportunidades del Canal de Castilla desde diversos puntos de vista.
El más especial fue conocer las diversas experiencias de otras vías fluviales en España como es el Canal Imperial de Aragón o el río Ter. A nivel internacional destacaron los ejemplos del Regent’s Canal de Londres, el Canal du Midi de Francia, el Ecomuso Canale Martesana de MIlan o el Canal de Kennet and Avon o el de Chichester de Reino Unido. Y es que los canales fluviales europeos son el objetivo principal para conseguir un Itinerario Cultural europeo que los englobe.
A la parte teórica del Congreso se la acompañó cada día con visitas de campo para conocer buenos ejemplos de recuperación del patrimonio canaliego como la rehabilitación de las esclusas 22, 23 y 24 de Calahorra de Ribas, el Almacén de Carrecalzada con un paseo en barco hasta el Acueducto de Abánades, la vivienda del esclusero de Frómista convertida en Oficina de Turismo en un paraje maravilloso junto al Camino de Santiago y las esclusas 17, 18, 19 y 20, y para finalizar, la Dársena de Medina de Rioseco con la visita al Museo de Harinas de San Antonio, el Centro de Recepción de Visitantes y un paseo por el Ramal de Campos en el barco Antonio de Ulloa.
La enogastronomía no pudo faltar en el Canal con la presencia de los vinos de la DO Cigales, única Denominación de Origen por la que discurre el Canal de Castilla. Tampoco faltó la presencia de los viejos protagonistas del Canal de una forma diferente, amenizando el recorrido por parte de la empresa Ideotur, que se encarga de teatralizar los recorridos de los diversos barcos que gestionan la Diputación de Palencia o Valladolid, o incluso del Tren del Vino.
Ojalá este congreso sirva de impulso para mejorar la coordinación entre las administraciones públicas y contar con el tejido empresarial y voluntariado civil en la promoción de la marca ‘Canal de Castilla’. Especialmente en la rehabilitación y gestión de los edificios sin uso actuales, como las casas del esclusero o harineras principalmente, cuya pérdida sería un lujo que no podemos permitirnos en Castilla y León.