Ricardo Ortega
La provincia de Valladolid se ha levantado sobresaltada ante el fallecimiento de Jesús Anta Roca, estudioso del patrimonio local, divulgador, colaborador de diversos medios de comunicación y sobre todo una persona entrañable, militante con una mirada extrañamente amplia, que siempre se detenía a saludar, del que no se conocían enemigos.
Hasta hace pocas semanas Jesús seguía guiando grupos de visitantes por el Cementerio Municipal de El Carmen. Era un convencido de los valores históricos, casi arqueológicos, de aquel camposanto.

Recorría a pie las tumbas de algunas de las personalidades más destacadas de la ciudad. Mostraba el monumento levantado a golpistas como Onésimo Redondo o el general Martínez Anido, pero sobre todo se detenía en el Panteón de los Vallisoletanos Ilustres y en el monumento a los fusilados en Valladolid al comienzo de la guerra civil, junto a los restos de las fosas comunes.
La página web de Valladolid Toma la Palabra agradecía desde primera hora su compromiso con la ciudad, con el movimiento vecinal y con la lucha por la divulgación de la historia y la protección del patrimonio.
Nacido en Valladolid, Jesús ha desempeñado un papel fundamental en la política municipal y provincial. Fue concejal en el Ayuntamiento entre 1991 y 2003, así como diputado provincial entre 1991 y 1999, en ambos casos por Izquierda Unida. Su compromiso con la ciudad y sus habitantes también se reflejó en su trayectoria como secretario provincial del Partido Comunista de España (PCE) y de Comisiones Obreras (CCOO).

Paralelamente a su labor política y sindical, se dedicó intensamente al activismo vecinal y a la defensa del patrimonio y los espacios naturales de Valladolid. Su pasión por la historia y la identidad local le llevaron a escribir numerosos libros sobre la ciudad y a publicar cientos de artículos en prensa y revistas especializadas en patrimonio.
“Su fallecimiento supone una gran pérdida para Valladolid y para todos aquellos que compartimos su compromiso con la ciudad y sus valores”, destacan desde Toma la Palabra, que se declaran “devastadas”. “Queremos expresar nuestro cariño a su familia, amigos y compañeros, y reivindicar su figura como un referente en la defensa del bien común y de la convivencia”, apuntan.
Que la tierra te sea leve, compañero.
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Fotografía: Alberto Mingueza/ Toma la Palabra