El éxito de las dos ediciones anteriores ha llevado a los establecimientos hosteleros de Aranda de Duero a embarcarse de nuevo en una ruta que los más golosos podrán disfrutar en Semana Santa. En esta localidad, estas fechas se viven muy intensa y emocionalmente y en las procesiones se respira una gran devoción y un sentimiento de respeto y fervor religioso.
Declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, la Semana Santa de Aranda de Duero es una de las más populares de toda Castilla y León, y aspira a convertirse en Fiesta de Interés Turístico Nacional.
En esta tercera edición de la Ruta de la Torrija, 21 establecimientos harán 21 propuestas para sorprender con un postre con tradición, dedicación y esmero: las torrijas, que se han convertido en un reclamo culinario en estas fechas.
Casi 30 bares, restaurantes y asadores, muchos de ellos participantes de la Ruta de la Torrija simultáneamente, ofrecerán en estos días la famosa ‘limonada de vino’ o ‘limonada de Semana Santa’, que se prepara a base de vino tinto y rosado D.O. Ribera del Duero, al que se le añade en un cuenco, azúcar, cáscara de limón troceada y canela, dejándose macerar durante un par de días.
Los atributos de la Semana Santa en Aranda de Duero podrían resumirse en devoción, fervor, fe, recogimiento, patrimonio, calidad y autenticidad. La ciudad cuenta con nueve cofradías y hermandades que realizan una gran cantidad de actos como la procesión de ‘La Borriquilla’, el Domingo de Ramos; ‘El Encuentro’ el Martes Santo, la procesión de ‘El Silencio’, el Jueves Santo; o ‘El Descendimiento’ de Viernes Santo que precede a la procesión general de la Pasión.
También hay que destacar la singular Bajada del Ángel el domingo de Pascua, acto transcendental en la Semana Santa arandina, en el que un niño o niña vestido de ángel quita el velo negro de luto a la Virgen, para que ésta pueda encontrarse con su hijo resucitado.