El Consejo de Ministros ha declarado a Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad de Madrid, Comunidad foral de Navarra, La Rioja y Principado de Asturias como Zonas Afectadas Gravemente por una Emergencia de Protección Civil, como se denomina a la anterior Zona Catastrófica, a consecuencia de los efectos de la borrasca de nieve Filomena y la ola de frío de los días 7 a 18 de enero.
La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha señalado que, aunque todavía no se han cuantificado con precisión los daños, este acuerdo se ha tomado para agilizar la tramitación de los procedimientos de ayuda y evitar demoras. «Una vez realizada la valoración, se aprobará un nuevo acuerdo del Consejo de Ministros», ha adelantado.
El balance de los efectos de la borrasca lo está realizando el Ministerio del Interior en colaboración con el resto de departamentos ministeriales, las Delegaciones del Gobierno, las comunidades autónomas y las entidades locales afectadas.
Ayudas directas
El acuerdo contempla ayudas destinadas a paliar daños personales, como los supuestos de fallecimiento y de incapacidad causados directamente por el temporal. Además, recoge compensaciones por los daños materiales en viviendas y enseres así como en establecimientos industriales, mercantiles, agrarios, turísticos y de otros servicios, mientras que aquellas personas o empresas que hayan prestado recursos y de bienes tendrán derecho a ser resarcidos.
Las entidades locales podrán recibir ayudas por los gastos ocasionados para hacer frente a la emergencia, con los límites que marca la normativa, y subvenciones de hasta el 50% para aquellos proyectos que ejecuten ayuntamientos, mancomunidades y diputaciones provinciales para reparar o restituir infraestructuras, equipamientos o instalaciones y servicios de titularidad municipal.
Medidas fiscales y laborales
La ministra ha avanzado que también podrán establecerse exenciones en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), reducciones en la cuota del impuesto sobre actividades económicas y la exención de tasas de tráfico, así como rebajas en el método de estimación objetiva del IRPF y el régimen simplificado del IVA tanto en las explotaciones como de las actividades agrarias en la zona que se declare afectada.
En el ámbito laboral, las suspensiones de contratos de trabajo o la reducción de jornada provocadas durante la emergencia serán compensadas o consideradas de fuerza mayor. El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) podrá autorizar que el tiempo de paro no compute a los efectos de consumo de los períodos máximos de percepción establecidos y que reciban prestaciones por desempleo aquellos trabajadores que carezcan de los períodos de cotización necesarios.
La Tesorería General de la Seguridad Social podrá exonerar al empresario del abono de las cuotas mientras dure la suspensión de estos contratos laborales, que, sin embargo, serán considerados como efectivamente cotizados por el trabajador.
Alerta por el deshielo y recuperación de zonas verdes
La vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha explicado que a partir de mañana su ministerio y Protección Civil estarán muy atentos al caudal de los ríos, especialmente en las cuencas del Tajo, Duero y Ebro, por la llegada de varios frentes atlánticos de lluvia, viento y aumento de temperaturas, que fundirán la nieve acumulada durante la borrasca y la ola de frío.
Ribera ha incidido también en el trabajo pendiente para reparar las zonas verdes y el arbolado en zonas urbanas, y ha agradecido expresamente a los casi 400 efectivos de las Brigadas de refuerzo contra los incendios forestales (BRIF) su colaboración en las tareas más urgentes de limpieza y eliminación de árboles y ramas derribadas en distintos puntos de España.
«Por primera vez en la historia se ha desplegado a las BRIF sobre el conjunto del territorio para llevar a cabo tareas en una emergencia distinta a los incendios forestales», ha destacado.
Efectos en los suministros energéticos
Ribera se ha referido asimismo a los efectos de la borrasca en el mercado energético, y ha afirmado que, de forma general, se ha podido atender la demanda récord de estos primeros quince días de enero.
«El operador del sistema de gas ha facilitado la activación inmediata de las reservas y la incorporación de nuevos suministros y el operador del sistema eléctrico ha estado atento 24 horas al día para prevenir incidentes», ha explicado. Los casi 15.000 cortes de luz registrados entre el 8 y 12 de enero, principalmente en Madrid y Toledo, y también en Aragón y Cataluña, se han prolongado en la medida de la dificultad de acceso a los puntos de recuperación y en ocasiones han requerido la instalación de generadores de emergencia.
Respecto al aumento de precio de la luz y su repercusión en la factura final en los hogares, la ministra ha explicado que los picos generados en estos días causan preocupación pero que son datos puntuales que pueden distorsionar la foto de conjunto: «Lo importante es poder ver la tendencia, distanciarse para apreciar cuál es la incidencia real en nuestra factura. Es imprescindible tomar como referencia la evolución en el trimestre o en las anualidades».
La ministra ha afirmado que, en los dos últimos años, el Gobierno ha adoptado más de 50 medidas de reforma del mercado, de planificación y de estrategia para acelerar la integración de renovables, el almacenamiento, el autoconsumo y la eficiencia energética, con el objetivo de reducir progresivamente la factura para los consumidores. «El precio de la energía, entre 2018 y 2020, ha caído un 40%», ha dicho, y «aspiramos a sumar una reducción adicional, una vez esté operativo el fondo de sostenibilidad del sistema eléctrico, que ciframos en torno al 13% de la factura final».
Según Ribera, el impacto real de los primeros 15 días de enero será de 4 a 10 euros más para los 10,7 millones de hogares acogidos a la tarifa regulada de precio voluntario para el pequeño consumidor. «Esta es la tarifa más competitiva y estable y ha permitido una reducción en su factura final próxima al 17% en 2 años, más de 120 euros en 2020 con respecto a 2018», ha señalado.
Las previsiones, ha continuado, indican que se volverá a la senda descendente a partir de mañana, con precios que podrían estar en febrero por debajo de los previos a la borrasca y un 37% más bajos que durante Filomena y la ola de frío, mientras que las estimaciones para el segundo trimestre del año son que esta reducción llegue al 45%.