La vallisoletana Iziar Martínez ha sido la segunda española, con solo 14 años de edad, en superar una vía de escalada en roca con un nivel de dificultad de 8b. La proeza fue en la cueva del Arenal, en Cantalpino
Acompañaba, desde muy pequeña, a sus padres cuando iban a escalar a la montaña. Allí pasó gran parte de su infancia disfrutando de los árboles, el paisaje y, sobre todo, viéndoles ascender por paredes casi imposibles. Solo la cuerda les salvaba en caso de caer. “Y cuando tenía once o doce años empecé a ir al rocódromo y me gustó”, se explica Iziar Martínez, breve y rotunda, para justificar su pasión.
La joven escaladora vallisoletana -cumplió quince años el pasado 1 de marzo- ha sido la segunda española en superar un 8b con solo catorce años de edad. Iziar logró la proeza hace poco más de dos meses con la ascensión del Excusómetro, una vía desplomada de 22 metros en la cueva del Arenal (Cantalejo, Segovia). Solo la catalana María Benach ha logrado en España alcanzar este nivel con la misma edad.
“Un 9c es el máximo que se ha conseguido”, comenta para añadir que al escalador le cuesta ya mucho superarse cuanto más alto está en los niveles de dificultad. Iziar es una escaladora muy completa, que ya tiene títulos en competiciones bajo techo de ‘búlder’ y dificultad, además de excelentes resultados en roca. Además de otros muchos, tiene en su haber el subcampeonato de España Sub 16 en ‘boulder’, en Dificultad y Overall (formato olímpico: ‘boulder’, dificultad y velocidad).
El ‘boulder’ es un tipo de escalada que consiste en superar bloques de roca o pequeñas paredes que extreman la dificultad en tramos muy cortos. En vez de cuerda y arnés, como elemento de seguridad se emplea una colchoneta al pie del bloque y los compañeros están atentos a una posible caída para evitar malas consecuencias sujetando al escalador lo que sea posible. En cuanto a la modalidad con cuerda, la vallisoletana tiene en su currículo tres vías en roca 8a+ y una veintena 8a.
El Arenal es un sitio al que suele ir a menudo. Esa vía en concreto ya la había intentado varias veces sin lograr culminarla con éxito. El 14 de diciembre “sabía que iba a salir bien”, cuenta con una satisfacción que todavía lleva consigo. A pesar del excelente palmarés del que puede presumir, sigue adelante sin marcarse un techo. Ha sido convocada por la selección española para próximas concentraciones y, si todo va bien, podrá ir a competiciones internacionales. Esa es la ilusión ahora de Iziar. “Y seguir progresando en la roca”, remacha.
En las próximos Juegos Olímpicos 2020 de Tokio la escalada deportiva competirá por primera vez. Están previstas tres categorías -escalada ‘boulder’ o en bloque, velocidad y dificultad o ‘lead climbing’. Esto le abre un nuevo y apasionante panorama a la escaladora vallisoletana, que ahora tiene la ilusión de ser olímpica. “Es un sueño muy difícil de conseguir, que implica mucho trabajo…”, comenta poniendo los pies en el suelo.
Su entrenamiento semanal es de nueve horas en el rocódromo vallisoletano Gekoaventura. Y sábados y domingos va siempre a escalar a la montaña. Cuenca, Pamplona, Valdegovía… son algunos de sus lugares favoritos. Cantalejo, en Segovia, es de lo que más cerca le pilla de casa. “Me gusta más la roca, pero las competiciones también me llaman mucho”, confiesa.
Lamenta que en Castilla y León no haya gran nivel en escalada, quizá porque es una práctica menos conocida que otros deportes. Falta, además, que las chicas practiquen esta actividad, aunque, poco a poco, se van incorporando más.
Iziar Maríinez lo tiene clarísimo. “Soy muy deportista y por eso estoy activa. No soy de ir de fiesta… Tengo teléfono, y me gusta, pero prefiero salir a la roca”, apunta sobre lo que le diferencia respecto a sus amigas.