Muy cerca de Salamanca capital se encuentra el pequeño municipio de Pedrosillo el Ralo, en la comarca de la Armuña.
De su entorno procede el garbanzo de pequeño calibre que el público conoce como ‘pedrosillano’, que ha sido utilizado en otras regiones desde tiempo inmemorial pero que ha terminado por restar valor a esta legumbre.
Para defender al auténtico garbanzo de la localidad se debió definir y caracterizar al producto que se sigue cultivando en la comarca, con el resultado de la aprobación por parte de Itacyl de la Marca de Garantía Garbanzo Pedrosillano.
Esta figura de calidad protege un garbanzo de calibre pequeño, de forma casi esférica y color crema intenso con predominio de los tonos rojizos y anaranjados.
Su superficie es lisa, sin pliegues ni rugosidades, y presenta los cotiledones separados por una línea recta perfectamente definida. Su pico es pequeño y agudo.
El peso de 100 garbanzos oscila entre 25 y 40 gramos.
En la cocción absorbe, al menos, su peso en agua y mantienen los granos íntegros, la piel fina, albumen mantecoso y consistente, ausencia de granulosidad, masa uniforme y sabor agradable e intenso.
Un garbanzo que merece ser conocido y reconocido.
¿Dónde se produce el Garbanzo de Pedrosillo?
La zona de producción se encuentra concentrada en los municipios limítrofes con Pedrosillo el Ralo, situados en el corazón de la comarca de la Armuña, al noroeste de la provincia de Salamanca.
La adecuación de este cultivo a las condiciones de medio natural de la Armuña, unido al buen hacer durante varios siglos, ha conseguido un nombre propio en el mercado de las leguminosas.
Con esta marca de garantía ya queda deslindado el verdadero Garbanzo de Pedrosillo del conocido popularmente como ‘pedrosillano’.
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