El Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) ha publicado la orden por la que se aprueba el Reglamento del Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Cecina de León. Los cambios realizados van en la línea de resaltar la calidad del producto, aumentar el número de operadores y dar mayores garantías a los consumidores.
Entre las modificaciones que incluye la nueva normativa está la dotación de una mayor autonomía al Consejo Regulador, que persigue la simplificación de tramitaciones y la optimización de recursos.
Respecto al control de calidad, se extiende a todas las etapas de la cadena de valor y se adapta a la actual reglamentación autonómica, nacional y europea. Además, en relación con el etiquetado y el uso de la mención Cecina de León, se refuerzan las garantías en el etiquetado y contraetiquetado del producto, así como el correcto uso del logotipo en promoción y publicidad.
Una figura en crecimiento
La IGP Cecina de León busca, con estas modificaciones en su reglamento, continuar creciendo y dar un valor añadido a los productos que ampara. La posibilidad de aumentar el número de operadores incluidos en la marca -actualmente son diez- facilitará un aumento de una producción que el año pasado ascendió a más de nueve millones de euros.
La Cecina de León es un producto cárnico curado, elaborado a partir de cuartos traseros de ganado vacuno mayor, sometida a un proceso de elaboración que incluye las operaciones de salado, lavado, asentamiento y secado. Lo que hace especial (en cuanto a coloración, veteado, jugosidad y poca fibrosidad) y dota a esta cecina de un sabor inigualable es el proceso de elaboración, que siempre supera los siete meses y se lleva a cabo en las condiciones de altitud y clima propios de la provincia de León.