Un total de 17 restaurantes de Soria, capital y provincia, celebran del 3 de febrero al 19 de marzo, la tercera edición de las jornadas gastronómicas ‘Soria y Trufa’, dedicadas a uno de los productos estrella de la gastronomía soriana.
Los establecimientos ofrecerán menús temáticos con un claro protagonista: la Trufa Negra de Soria.
La Agrupación Soriana de Hostelería y Turismo (ASOHTUR) ha puesto en marcha esta iniciativa a la que se suman otras acciones con el objetivo final de atraer al turismo gastronómico que busca degustar la mejor trufa negra fresca.
Trufa Negra de Soria
Este hongo no tiene seta externa, nace y crece bajo tierra. El micelio del hongo forma con las raíces del árbol una micorriza que es una simbiosis de especies diferentes en la que huésped y parásito salen beneficiados mutuamente. El micelio de la trufa engloba las raíces de la encina aportando minerales y protegiéndolas de la escasez de agua. A cambio, el árbol le proporciona los nutrientes (hidratos de carbono) que necesita.
Las características del suelo, la altitud y el clima de Soria hacen que sea un terreno especialmente propicio para que se críen las trufas, siendo además una de las zonas de España que cuenta con más hectáreas cultivadas, entre 1.400 y 1.800. Las principales especies que se comercializan son la trufa negra (Tuber melanosporum) y la trufa de verano (Tuber aestivum).
Respecto a la primera, la campaña se desarrollar entre el 1 de diciembre y el 15 de marzo. Soria, a diferencia de otras provincias, no tiene un núcleo muy localizado de producción, sino que se éste se encuentra disperso en gran parte de hábitats en los que predominan los suelos calizos.
En las últimas décadas, la producción de campo de trufa silvestre ha mermado sensiblemente, si bien ha conseguido irse compensando con la recolectada en las plantaciones truferas, gracias al buen hacer de los truficultores sorianos.
La truficultura constituye en la provincia un proyecto de desarrollo presente y futuro para las zonas rurales. Las plantaciones requieren determinadas características del terreno, pero además, contar con plantones micorrizados de calidad, sistemas de riego adecuados y determinadas trabajos, como podas y laboreos, para lograr una producción estable.