Ricardo Ortega
Isabelina y mudéjar, la capital de La Moraña acoge durante seis meses la nueva edición
de Las Edades del Hombre, titulada ‘Credo’ como refuerzo de la complicidad entre patrimonio y turismo. Es la gran oportunidad para una figura de calidad de nuevo cuño: el Tostón de Arévalo.
La exposición protagoniza la vida de la localidad desde meses atrás
Un inusual espacio abierto, sujetado por la piedra y el ladrillo mudéjar, conforma
la Plaza de la Villa de Arévalo, el marco físico donde se desarrolla buena parte de la nueva edición de Las Edades del Hombre. La muestra nace con el nombre de ‘Credo’, en referencia a la fe como soporte de la Iglesia, y cuenta con tres sedes en otros tantos
templos de la localidad abulense. Dos de ellos se encuentran en esta plaza porticada de belleza excepcional, Santa María y San Martín, y en el mismo espacio se encuentra la Casa de los Sexmos, que alberga el Museo de la Historia de Arévalo, y que hará las veces de centro de recepción de visitante y taquilla. El tercer templo de la muestra es el dedicado a El Salvador.
‘Credo’ hace referencia a la fe como soporte de la Iglesia
‘Credo’ ha abierto sus puertas el 21 de mayo y permanece abierto hasta el 3 de
noviembre, aunque la exposición protagoniza la vida de la localidad desde meses atrás, como cabe esperar de una ciudad de algo más de 8.000 habitantes que albergará durante medio año la principal cita cultural, turística y religiosa de Castilla y León. Porque Las Edades conforman la parte más visible del inmenso patrimonio de la comunidad, que puede presumir del mayor tesoro histórico-artístico de España, dotado “de una enorme fuerza identitaria”, en palabras del secretario general de la Fundación Las Edades del Hombre, Gonzalo Jiménez.
