spot_img

Torre del Bierzo, la tragedia ferroviaria y el declive minero

El municipio busca en el turismo una solución para revitalizar su economía tras el cierre de las minas y una trágica historia ferroviaria

Yago Costoya

Torre del Bierzo es un municipio que hace ocho décadas se vio marcado por un trágico acontecimiento que aún sigue persiguiendo a la memoria colectiva: el accidente ferroviario con mayor número de víctimas mortales en la historia de España, una colisión entre tres trenes dentro de un túnel a la altura de la estación de la localidad. En el interior de los vagones, gente de la Armada y de la Infantería que decidían quitarse la vida con tal de no quedar envueltos por las llamas. En el municipio, dos días sin ver el sol, vecinos bañados por la perplejidad y el desconsuelo bajo un cielo cubierto de un manto negro como si de luto se encontrase.

El 3 de enero de 1944, el túnel número 20 de Torre del Bierzo fue testigo del choque de los trenes procedentes de la línea entre Palencia y A Coruña. El Correo Expreso 321 que partía desde Madrid con dirección a Galicia se quedó sin frenos al bajar el Puerto del Manzanal, lo que le llevó a impactar con una máquina de maniobras, y a su vez, con un tren carbonero al que dieron salida desde la estación de Bembibre.

Imagen del accidente ferroviario de 1944. Aladino Ardura

En la casa de María Ángeles Cebrones, vecina de la localidad, se ha repetido siempre una misma conversación sobre la mesa: «Qué suerte tuvo el abuelo, hubiera fallecido allí como lo hicieron todos sus compañeros…», recuerda. Su familiar era militar y tenía que subirse a ese tren para ir al reparto de una herencia. Sin embargo, tuvo la suerte de quedar retenido en el cuartel de Santocildes de Astorga y no poder desplazarse hasta Bembibre.

Esta tragedia, ocurrida hace 81 años, todavía se mantiene envuelta en la duda y el misterio. La guerra civil había finalizado hace tan solo cinco años cuando sucedió, las vías del ferrocarril eran precarias y las máquinas no se encontraban en las mejores condiciones. El gobierno franquista trataba de propagar una imagen de regeneración y este accidente rompía todos sus esquemas, por lo que la censura se ocupó de ocultar el suceso a la opinión pública y minimizó el número de víctimas.

A raíz del 75º aniversario del accidente, el historiador Vicente Fernández publicó el libro ‘La verdad sobre el accidente ferroviario de Torre del Bierzo’, un estudio de toda la documentación existente del suceso a excepción del informe de Renfe, que desapareció del Archivo de Palencia. El número de víctimas mortales que se constataron en la publicación fueron 100 fallecidos y 111 heridos, cifras que se alejaban de las estimaciones de 500-800 fallecidos que llegaron a publicar algunos medios.

Desde el ayuntamiento se han llevado a cabo distintas actuaciones con el objetivo de rememorar el accidente. Un ejemplo es la exhibición del cortometraje ‘Túnel número 20’, que fue premiado con un Goya en 2009.

Cierre de las minas

A finales del siglo XVIII se comprobó la utilidad del carbón y su potencial como fuente de energía para la máquina de vapor. El auge de este combustible supuso un gran crecimiento social en Torre del Bierzo, donde llegó a existir un cine, 23 bares abiertos y 20 explotaciones mineras para 1.182 trabajadores

La oportunidad laboral que brindaba este municipio, durante las décadas de los 60 y 70, supuso un aumento de población, impulsado por la llegada de inmigrantes que llegaban desde Pakistán, Portugal y Cabo Verde, principalmente. En ese entonces, Torre del Bierzo sumaba 5.300 habitantes, mientras que actualmente son menos de 2.000 personas las que llenan sus calles de vida.

‘Mina del oro’ de la Fundación Cultura Minera. Imagen cedida por María Ángeles Cebrones.

«Se están haciendo unas políticas de prestación de servicios que no son de carácter municipal pero que hacen atractivo a la gente que vive ahí, para que al menos se queden, y si es posible, que alguien pueda regresar», afirma el expresidente de la Diputación de León, Eduardo Morán.

El carbón dejó de hacer girar el motor rugiente de la economía de Torre del Bierzo el 16 de noviembre de 2018, cuando se cerró definitivamente la última explotación minera que permanecía en el municipio. En consecuencia, algunos barracones o poblados mineros que formaban parte de la unidad territorial de Torre del Bierzo se deshabitaron y abandonaron por completo, como es el caso de Albares de la Granja, Santibáñez de Montes o Cerezal de Tremor.

«Como me cogió muy cría, te marchabas con la ilusión de que ibas a un sitio nuevo porque allí, además, ya no quedaba nadie, fuimos los últimos en irnos. Cuando te da más pena es cuando vuelves a verlo y dices jolín, todo lo que hubo ahí, lo que recuerdas…», lamenta María Ángeles, pensando en Albares de la Granja, poblado que albergó entre 1953 y 1970 a los trabajadores de la mina Antracitas de la Granja y a algunos ferroviarios.

Allí, esa niña tuvo que dejar atrás su escuela, la casa de su infancia y los rincones donde se posaban sus juguetes. Hoy en día, las dos hileras de construcciones que todavía permanecen luchan por hacerse un hueco entre las acacias silvestres que ocultan la última estampa vislumbrada de Albares.

Albares de la Granja. Yago Costoya

Actualidad

«El futuro de estas cuencas mineras pasará por una reindustrialización de pequeños negocios que se abran alrededor del turismo«, afirma Gabriel Folgado, alcalde de la localidad. «Nos han concedido una subvención de fondos de Transición Justa para rehabilitar la estación de tren, hacer un centro de interpretación museo sobre el accidente ferroviario y una oficina de turismo para desarrollar proyectos culturales», asegura. A su propuesta ya se suman las primeras manos privadas que han puesto el foco sobre Torre del Bierzo, aprovechando el legado minero que guarda el municipio. 

También se está apostando por el Camino de Santiago por Manzanal, una alternativa al Camino Jacobeo. Este tramo se hizo oficial en 2021 e incluye al municipio en su recorrido. El patrimonio minero, pero también el natural, son dos grandes atractivos de la localidad, que cuenta con un circuito permanente de BTT, donde se realizan pruebas nacionales, y una senda paleontológica: un viaje en el tiempo entre petroglifos.

José Luis «Siete» trabajó en la mina, vivió penurias, accidentes e incluso el fallecimiento de alguno de sus compañeros. Sin embargo, a él le apasionaba su oficio. «Me quedo con todo lo bueno que he vivido, vas olvidando un poco todo porque si no, no vivirías tampoco», apunta José Luis, quien, junto a Ángel Lastra y María Ángeles Cebrones, se encarga de dirigir la Fundación Cultura Minera. Asociación sin ánimo de lucro nacida a manos del exempresario Manuel Lamelas.

La Fundación Cultura Minera es un museo que pretende recuperar y salvaguardar la historia minera del Bierzo. Bajo su propiedad se encuentra la última mina que queda en Torre, pero en ella ya no se trabaja, pues en el silencio de las profundidades sólo se escuchan las pisadas de quienes se interesan en visitar y conocer la antigua fuente de trabajo de todo un pueblo, Torre del Bierzo, que busca ‘a pico y pala’, una nueva manera de sobrevivir gracias al turismo.

Interior de la Fundación Cultura Minera. Imagen cedida por María Ángeles Cebrones.


spot_img

#MÁSCYL RECOMIENDA

ESCAPADAS DESTACADAS

Wamba reflexiona sobre la muerte con la escritora María Sánchez, el artista El Coleta o la integradora social Natalia Rodríguez

El espacio cultural La Refugia vuelve a rendir homenaje al Osario del municipio a través de su cita estival titulada ‘Todas las muertes de...

CASTILLA Y LEÓN AL DÍA

SABOREA CYL

Las catas de los 1.300 vinos que compiten en los Zarcillo International Wine Awards ya han dado comienzo en Ávila

El Centro de Congresos y Exposiciones Lienzo Norte de Ávila acogió el acto de apertura oficial de las catas de la XX edición de...