El 1 de febrero comenzaron los actos en honor de Santa Águeda en Mucientes (Valladolid). Las mujeres acudieron a la ermita de Nuestra Señora de la Vega para vestirla y realizar los preparativos para las celebraciones religiosas, como es tradición. El viernes se citaron para cenar.
En esta localidad, esta fiesta es celebrada por mujeres y hombres, aunque por separado. El sábado 3 de febrero fueron los hombres quienes organizaron los actos religiosos en honor a la santa.
Las mujeres fueron convocadas en la Plaza Mayor acompañadas de los dulzaineros, que amenizaron el recorrido con música, hasta la ermita de Nuestra Señora de la Vega. Tras la lectura en la que la Águeda-alcaldesa anterior traspasó los poderes a la Águeda entrante, la Águeda-alcaldesa 2024, Mirentxu Hidalgo Urteaga, recibió el bastón de mando y un ramo de flores de manos de la autoridad local que ofreció a la Santa.
Al entregar el bastón la Águeda-alcaldesa 2023, Ana Bella Álvarez García, quiso recordar a aquellas personas que siempre han estado presentes en estos días de fiesta y que no pueden hacerlo en esta ocasión y en especial para Florencia, una vecina de la localidad que está pasando un bache de salud, por la pidió su pronta recuperación.
En su intervención, Mirentxu Hidalgo destacó la labor de las mujeres en el mundo rural, sobre todo en la conservación y la transmisión de la cultura y las tradiciones de los pueblos. Sin olvidar a “los compañeros varones” que las acompañan.
Tras el rezo del responso ante el Árbol de los mucenteños ausentes, dio comienzo la Eucarística a la que le siguió la procesión en honor de santa Águeda, procesión animada por la música de los dulzaineros y los bailes de las mujeres. Cantada la Salve, los dulzaineros acompañaron a la comitiva en el camino de vuelta al pueblo donde los vecinos tomaron el vermut y bailaron al son de las dulzainas.
La fiesta continuó con la comida de mujeres. Hasta hace poco, se hacía en las bodegas y solo acudían las mujeres casadas. En nuestros días participan todas aquellas que quieran, sin importar la edad ni el estado civil, para disfrutar de un día de hermandad. Los hombres, por su parte, también se reunieron a comer en los restaurantes locales manteniendo una tradición que se va a adaptando a los tiempos actuales.
