Una zanja para una tubería en una zona arqueológica protegida ha destruido, en una tarde, 1.200 m³ de un yacimiento con 1.200 años de historia. Concretamente el de Pintia, en la pedanía vallisoletana de Padilla de Duero.
Este contratiempo ha provocado que quede inutilizado un 30% más del terreno excavado en 12 años de investigación de la ciudad vaccea, según informan los responsables del proyesto arqueológico.
Concretamente, el destrozo se ha hecho en la barriada suroccidental, una de las zonas más densamente pobladas, y donde se cree que estaba el punto de origen de toda la ciudad. “Hay una información valiosísima que ahora ha quedado irremediablemente dañada”, denuncian los arqueólogos.
La acción se ha realizado, presuntamente, por parte del dueño de la tierra para meter riego en una zona patrimonial protegida como Bien de Interés Cultural. En declaraciones a El País, este agricultor ha negado haber destrozado “nada”, y que “nadie me ha comunicado nada de que no se pueda meter una tubería, que es para producir, para comer”. La zona se sitúa en el municipio de Peñafiel, en plena Ribera del Duero.
Por su parte, los miembros de Pintia Vaccea, aseguran que sienten “pena y rabia por ver cómo siguen cometiéndose estas atrocidades contra un patrimonio de todos, ante la falta de concienciación de gran parte del público”
La zanja, con en torno a un metro cuarenta de profundidad y medio metro de anchura, rompe, como puede verse en la reconstrucción virtual izquierda, la muralla en la barriada suroccidental de la ciudad de Pintia. La destrucción (1,4 m de profundidad x 0,5 m de anchura x 230 m de zanja ejecutada) afecta a una superficie mínima de 322 m2 y a 1610 m3. Un volumen de información destruida que supera en un tercio al volumen de excavaciones realizadas con metodología arqueológica (900 m3) a lo largo de 12 años de investigaciones en Las Quintanas, en la zanja de excavaciones situada a tan solo 120 metros del expolio realizado.
El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, ha calificado los hechos de “fechoría”, y asegura que la Junta de Castilla y León va a personarse contra el propietario del terreno en la causa judicial que abra para esclarecer los hechos.
Foto principal propiedad de Carlos Sanz