El antiguo convento de San Francisco, ubicado en Paredes de Nava, pasa a convertirse en el Centro de Artes Escénicas ‘Jorge Manrique’ en honor al poeta del mismo nombre desde este viernes.
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha participado en la inauguración de este centro. “Paredes de Nava es un pueblo muy rico en recursos naturales, patrimoniales, culturales, con personajes históricos importantísimos”, ha comenzado Mañueco. “Este centro transforma nuestra rica herencia cultural en un elemento de desarrollo de Paredes de Nava y de toda Palencia”.
El director general del Ministerio de Cultura y Deporte, Víctor Francos, que también ha acudido a la inauguración, ha querido trasladar que “es siempre una alegría ver cómo se inauguran espacios culturales, una alegría que se multiplica si además es en espacios como este”.
“Con iniciativas como esta, España está llena y rebosante de proyectos, oportunidades y posibilidades de desarrollo. Una España que reconoce sus raíces para mirar al futuro de la mano de la cultura”, ha relatado Francos.
Por su parte, la presidenta de la Diputación de Palencia, Ángeles Armisén, ha querido felicitar a todas las personas que han hecho posible este proyecto. “Nunca el medio rural de Palencia ha estado más lleno que ahora. Cada día demostramos que hay un nuevo proyecto cargado de ilusión que materializa un sueño de la sociedad rural y palentina”.
El alcalde de Paredes de Nava, Luis Antonio Calderón, ha resaltado la importancia de que “un pueblo de 1.900 habitantes haya levantado un teatro de 2,5 millones de euros”, obra cuyo importe es mayor que el presupuesto anual de este Ayuntamiento, según el edil.
“Entre todos vamos a llenar este lugar de acción, de arte, de baile, de música, de risa y de literatura, para que este gran teatro sirva de paz, inquietud espiritual y alegría en este precioso pueblo donde tengo la honra de ser alcalde”, concluía.
Otra pieza imprescindible es la de la arquitecta Pilar Díez, que ha asegurado que una de las intenciones del equipo de proyecto era que el edificio fuera “acogedor para encontrarnos en un sitio al que siempre queramos volver, y en el que se quede la memoria de Jorge Manrique y de su familia”, ha concluido.
