A medio camino entre Peñafiel y la segoviana Cuéllar y a 15 kilómetros de ambas, sobre un zócalo calizo de más de 30 metros de grosor se asienta Campaspero, la localidad situada a mayor altitud de la provincia de Valladolid.
La piedra de Campaspero sirvió para levantar los castillos de Cuéllar y Peñafiel o la catedral de Valladolid, la iglesia de San Pablo, San Benito, la fachada de la Universidad o la iglesia de Santa María de la Antigua, que son algunos de los edificios más singulares de la ciudad. También se exporta a Europa central, Estados Unidos o el Caribe.
La Piedra de Campaspero es una caliza blanco-grisácea, muy compacta y algo oquerosa. Llamada también Caliza del Páramo, piedra castellana por excelencia, muy representada en innumerables construcciones y mobiliario urbano. No solo forma parte del paisaje sino que es la principal seña de identidad del municipio y una de las principales fuentes de actividad. La cantería, en la actualidad, sigue siendo el principal sector industrial de la localidad, aglutinando casi en su totalidad el trabajo de la piedra en el provincia de Valladolid con una decena de empresas dedicadas a la extracción, talla y colocación.
El Museo de la Piedra nace con el deseo de los habitantes del pueblo de disponer de un espacio expositivo donde dar a conocer el duro trabajo de la piedra como fundamento de la economía y tradición del municipio. Siendo el único de estas características, recibe miles de visitas al año y ofrece abundante información sobre la piedra y sobre la localidad, de modo que permite al visitante conocer este pintoresco pueblo de la Churrería castellana, según palabras del alcalde, Julio César García Hernando.
Por eso este centro repasa la importancia de la agricultura, ganadería y de las industrias locales, dulces, hornos de pan, embutidos y de forma singular los afamados bordados tradicionales que han resistido a las crisis económicas. Su relevancia es tal que el pasado marzo la localidad acogió unas Jornadas de Indumentaria Tradicional que se repetirán en el futuro. El museo se dirige a un triple público: familiar, colegios y colectivos profesionales con los que se colabora y que participan en cursos o jornadas técnicas en las instalaciones del propio museo.
Suma puntos como destino turístico la gastronomía de Campaspero y su famoso lechazo churro, del que se afirma y no se exagera que “es el mejor de toda España”, en opinión de Luis Carlos Capel, crítico gastronómico y director de Madrid Fusión.
Fotografía: La caliza es la protagonista absoluta de la localidad. Reportaje gráfico, Mercedes M. Bejarano.