El castillo de Fuentes de Valdepero destaca no solo por encima de los tejados de este pueblo palentino, también dentro España como una de las fortalezas medievales más inexpugnables
Lo verás despegar a un lado de la autovía que comunica Palencia con el cantábrico. Bien conservado, de blanca piedra caliza y según los cánones de la Escuela de Valladolid, el castillo de los Sarmiento de Fuentes de Valdepero es uno de los lugares más fascinantes de la provincia de Palencia. Al menos en lo que respecta a arquitectura militar medieval.
Enclavado en un punto estratégico, en las estribaciones del Cerrato con Tierra de Campos, este castillo edificado en el siglo XV se encuentra a tan solo 8 kilómetros de la capital palentina y destaca por su notable envergadura. De hecho, si buscas la definición perfecta de un castillo medieval inexpugnable, la fotografía de la fortaleza de Fuente de Valdepero debería aparecer anexa.
Pero… ¿Qué la hace inexpugnable?
Para responde a esta cuestión hay que indagar en los avatares de su historia. El castillo se construyó entre 1442 y 1465, coincidiendo con las dos inscripciones que portan los escudos de armas de la familia Sarmiento en el cubo sudeste: “Don Diego Pérez Sarmiento, conde de Santa Marta, adelantado mayor de Galisia”.
Tras el fallecimiento de Don Diego, la villa de Fuentes de Valdepero pasó a manos de una de las ramas colaterales de los Sarmiento, concretamente a Andrés de Ribera. Por entonces, se realizó una estimación del coste que supuso la construcción de la fortaleza, cifrado en más de dos millones de maravedíes.
Décadas más tarde llegaría el levantamiento de los Comuneros, un acontecimiento histórico que haría mella tanto en los muros del castillo como en sus propietarios. El señor de Fuentes, Andrés de Ribera II, se convirtió en el protagonista de un engaño por parte de uno de los líderes del movimiento, el obispo Antonio de Acuña.
Durante el asedio del castillo, en enero de 1521, el señor de Fuentes negoció una capitulación honrosa que permitió la entrada de los Comuneros a la fortaleza. Sin embargo, el obispo no respetó el acuerdo, apresó a toda su familia y saqueó cuanto había de valor en el castillo. Esta traición y los sucesos posteriores debieron causar tal impresión en Andrés de Ribera II que, al acometer las obras de reparación de los desperfectos causados en la fortaleza, mandó engrosar sus muros de forma desproporcionada y se achicaron las puertas y ventanas.
El castillo más importante del siglo XV en Castilla
De esta manera el castillo de Fuentes se convirtió, arquitectónicamente hablando, en el más significativo de Castilla, con una torre del homenaje que no tuvo rival en anchura, longitud y altura en sus mejores tiempos. Asimismo, el grosor de sus muros es el mayor de todos los castillos del siglo XV españoles, llegando en algunos lugares a los 11 metros de espesor.
Actualmente mide aproximadamente 60 metros de largo y 37 metros en su parte más ancha, ocupando una superficie de algo más de 2.000 metros cuadrados. La torre del homenaje tiene una altura de 25 metros.
“Fortaleza que es una de las buenas que hay en Castilla de Casa llana…”. Carta del Condestable de Castilla al Emperador. Enero de 1521.
Tras sucesivas transmisiones, en 1739 el castillo y el título condal llegó a la Casa de Alba. Finalmente la Diputación de Palencia adquirió la propiedad del castillo en 1995, muy deteriorado, gracias al impulso y las gestiones de la Asociación de Amigos del Castillo y Monumentos de Fuentes de Valdepero. La institución acometió importantes obras de rehabilitación, así como la construcción de un edificio inserto en el patio de armas, donde se ubica el Archivo desde 2006.
Tampoco podía faltar la leyenda del castillo
Las gentes del pueblo aseguran que existió una espada cuya empuñadura, envuelta en un pergamino, se alojaba dentro del muro. Estaba situada en el cubo del Sudeste, de donde salía la hoja de acero. La razón de su existencia era simbolizar la jurisdicción criminal del señor sobre los vecinos. Aunque para otros tenía una utilidad más macabra, asegurando que servía para ajusticiar a los condenados a muerte, arrojándolos desde las almenas sobre su hiriente filo.
Horarios de apertura y precios
Gracias al acondicionamiento del castillo, ahora podemos conocer más de cerca su historia y leyendas, a través de visitas libres o guiadas que hacen un recorrido por sus salones y adarves y que, también, te llevarán a lo más alto de la torre del homenaje para disfrutar de una bella panorámica del paisaje de Tierra de Campos.
Entrada general: 3 €
Entrada reducida: 1,5 € Niños hasta 12 años entrada gratuita.
Entrada reducida: Grupos de 10 personas o más, escolares mayores de 12 años, pensionistas, familias numerosas con acreditación y Amigos del patrimonio.
Del 16 de octubre al 31 de diciembre
De viernes a domingo y festivos
Mañanas: 10:30 a 14:00 horas
Tardes: 16:00 a 18:00 horas
Del 1 de marzo al 15 de octubre
De martes a domingo y festivos
Mañanas: 10:30 a 14:00 horas
Tardes: 17:00 a 20:00 horas
El castillo permanecerá cerrado los días 24, 25 y 31 de diciembre, 1 y 6 de enero y del 11 de enero al 28 de febrero.
Una vista por el resto del pueblo
Tan excepcional castillo hace entender la notable historia de Fuentes de Valdepero que se atestigua en el resto de monumentos del pueblo. La villa llegó a estar rodeada de una muralla de la que quedan dos puertas. Por un lado, la puerta Sur, que conducía a Palencia, conserva algunos restos y se ha realizado su reconstrucción teórica. Por el otro, la puerta Norte, que llevaba a Monzón de Campos. De ella se conserva el arco, que ha sido restaurado con la intervención de la Asociación.
Dentro del patrimonio religioso resalta por sus notables proporciones, rivalizando con el castillo, la iglesia de Nuestra Señora de la Antigua, un bien de interés cultural que alberga en su interior un sinfín de obras que abarcan los siglos XII hasta el XVIII. Exteriormente consta de dos portadas de acceso: una a los pies del templo, con arto apuntado; y la segunda, también apuntada, situada al lado de la epístola y protegida con un grandioso pórtico.
Y no podemos irnos de Fuentes sin echar un vistazo a la ermita situada a sus afueras. Localizada a unos 500 metros al este del pueblo, donde existió en otros tiempos el núcleo habitado, esta parroquia dedicada a San Pedro contrasta con la devoción popular, destinada a la Virgen del Consuelo. Se trata de la típica ermita solitaria y llena de encanto, levantada a finales del románico en piedra de sillería.