Vertavillo es uno de los mejores miradores del Cerrato y, también, uno de los pueblos más patrimoniales de esta comarca palentina
Reportaje fotográfico de José Daniel Navarro (@correuret)
El Cerrato no es la comarca más pisada de la provincia de Palencia. No la cruzan gruesas carreteras, ni tiene la popularidad de la montaña palentina y su prodigioso románico. Su paisaje agreste, de valles y cerros abrigados de sembrados, matorral y bosques de encinas y quejigos, solo se interrumpe por pequeños pueblos aquí y allá.
De hecho, cuando te metes de lleno en esta comarca, tendrás la sensación de estar en una burbuja ajena al tiempo, lo que permite contemplar un acervo cultural y patrimonial muy auténtico y apenas contaminado por la modernidad. Vertavillo, un pueblo en el límite con la provincia de Valladolid y el Valle de Esgueva, es uno de estos lugares.
Un mirador medieval
Aflorando sobre un cerro y con vistas a dos valles cerrateños, esta localidad ofrece grandes sorpresas a quien decida pasear por sus calles. En ellas respirarás la esencia del medievo con un notable conjunto que conserva parte de su entramado, como dos puertas de sillería de la antigua muralla que cercaba el pueblo, la de Castro y la del Postigo.
Precisamente, cruzando esta última puerta, te encontrarás de frente con uno de los monumentos más populares de Vertavillo: su rollo jurisdiccional, que asoma su silueta renacentista en el filo del cerro. Con sus seis metros de altura, una escalinata octogonal y rematado por un capitel, se trata de uno de los mejor conservados de la provincia, y pone en relieve la importancia que adquirió el núcleo cuando fue levantado. Y es que el contar con un rollo simbolizaba la obtención del título de «villa» con jurisdicción propia, la cual fue otorgada a Vertavillo en 1537 por Carlos V.
Un hito arquitectónico desde el que podrás contemplar unas bonitas vistas de los valles que rodean al pueblo, especialmente durante el atardecer cuando el paisaje absorbe los tonos dorados de los últimos rayos de sol. Un momento, que bien puede compartir con un buen refrigerio que podrás tomarte en el teleclub del pueblo, próximo al obelisco y emplazado en una antiguo palacio que también funcionó como escuela.
Una casa con proa
Otro hito muy singular lo encontrarás paseando por sus calles jalonadas de casonas de piedra, algunas con voladizos, entramados de madera, soportales, escudos y grandes portones. Pero entre todas ellas, hay una que destaca por su peculiar forma; una casa esquinera entre dos calles con un arista redondeada, asimilando la proa de una barco.
Ya por último, no podemos dejar Vertavillo sin mencionar su patrimonio religioso, coronado por la iglesia de San Miguel Arcángel. Este templo, ubicado justo en el centro del casco viejo, dibuja en su amplia figura diferentes estilos artístico fruto de las diversas ampliaciones que ha ido sufriendo con el tiempo. En ella podrás contemplar un románico tardío, un gótico, así como elementos renacentistas.
Luego, en el valle al pie de la localidad, se sitúa la ermita del Santo Cristo del Consuelo del siglo XVIII, de un austero estilo renacentista y que fue la antigua iglesia conventual de un antiguo monasterio dedicado a Santa Eugenia. Y todavía más lejos, a unos kilómetros por carretera hacia Hérmedes de Cerrato, está la ermita de Ntra. Señora de Hontoria, de sencilla traza románica y único edificio superviviente de un viejo poblado.