Aislado y abandonado, este conjunto monacal abulense lleva décadas en ruinas y todo apunta a que seguirá así durante un largo tiempo
Daniel González // Fotografías de José Daniel Navarro
Buscas el monasterio de Nuestra Señora del Risco en Google Maps y lo ves en medio de la nada. Ni carreteras cerca, ni pegado a ningún pueblo. Solo con eso ya empiezan a entender por qué este templo tardogótico del siglo XVI está en el estado en el que está: sin que nadie luche por él y en la más absoluta ruina.
Situado en el Valle de Amblés, a unos 50 kilómetros al oeste de la ciudad de Ávila, dentro del municipio abulense de Amavida, el cenobio abandonado se levanta, como bien señala su nombre, sobre un risco con amplias vistas, lo que hace visible desde kilómetros uno de sus elementos arquitectónicos que mejor se ha conservado: la torre con tintes herrerianos levantada a finales del siglo XVII.
El monasterio lleva en la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra desde 2008 y su estado, lejos de mejorar, sigue empeorando año a año. Aparte de la torre, conserva los restos del ábside de la iglesia invadidos por la vegetación, así como las ruinas de los demás edificios monacales y los restos del acueducto que suministraba agua al convento.
Pero, ¿por qué se construyó en este paraje?
El culto en este lugar comienza en tiempos de la conquista musulmana, cuando los cristianos ocultaron en esta zona, al abrigo de una roca, una imagen de la Virgen de las Angustias. Cuenta la tradición que, en el siglo XIV, un pastor que iba buscando una cabra que se le había perdido, encontró la imagen en una cueva.
Más de un siglo después, entre las piedras donde se encontró a la Virgen, fray Francisco de la Parra, un monje agustino que había dirigido las más importantes casas monacales de Castilla, erigió en el año 1504 una pequeña ermita. El padre Francisco decidió retirarse a ella para pasar sus últimos días, pero, dado su espíritu emprendedor, no dudó en pocos años en solicitar la autorización para crear en el lugar un convento.
Fue así como en 1530 la ermita se transformó en un convento de la orden de San Agustín, construido en estilo gótico tardío con matices herrerianos. A partir de esta época, y hasta el siglo XIX, el monasterio se convierte en gran receptor de riqueza e influencia en la comarca, siendo también un lugar de peregrinación. El conjunto monacal, además, estaban integrado en la organización de la Mesta, y participaba en la trashumancia entre los pastos de Castilla y las dehesas extremeñas.
Pero, fue entrar en el siglo XIX, y comenzar una decadencia que ha arrastrado hasta nuestros días. Durante la Guerra de la Independencia sirvió de refugio a guerrilleros y fue ocupado por las tropas francesas. El golpe definitivo vino en el año 1835, cuando solo quedaban algunos monjes y se vio afectado por el decreto de exclaustración de conventos que no tuviesen un mínimo de doce religiosos. Después sufriría los efectos de la desamortización, el expolio por los lugareños y el deterioro ocasionado por el abandono.
Sus bienes están dispersos por diferentes puntos de la geografía abulense. La imagen de la Virgen fue a parar a la parroquia del pueblo cercano de Villatoro, donde preside el retablo principal.
Los petroglifos y el verraco más grande de España
Aunque lo más llamativo del lugar son las ruinas del conjunto monacal, aquí también se ubican una serie de petroglifos (diseños rupestres grabados sobre roca) ubicados en una oquedad entre grandes rocas, que da acceso a una plataforma. Se trata de dos círculos, uno de radio doble que el otro, separados por un triángulo. Hasta el momento no se han podido identificar su origen y ni el significado.
Y no te puedes ir de la comarca sin conocer, muy cerca del monasterio y dentro del municipio de Villanueva del Campillo, el verraco más grande de la Península y de toda Europa encontrado hasta la fecha. El toro original, una escultura zoomorfa de origen vetón, solo conservaba la parte delantera y la base, el resto se ha reconstruido con roca de diferente color. Justo al lado se encuentra otro verraco mucho más pequeño que refleja el gran tamaño de su pareja.
Cómo llegar a las ruinas del monasterio
Para llegar a monasterio de Nuestra Señora del Risco deberás caminar en ascenso unos 5 kilómetros (ida y vuelta) desde el aparcamiento más cercano, ya que no se puede acercar en coche. Este aparcamiento se sitúa en un punto medio de la carretera que une Villatoro con Vadillo de la Sierra.
Para más información sobre cómo llegar al monasterio os dejamos dos rutas de wikilocs: