Los cada día más numerosos usuarios de gravel tienen una nueva alternativa de 1.500 km en el Camino del Cid, que lanza sus propios tracks adaptados a las necesidades y requerimientos de esta modalidad
El auge de la bicicleta en nuestro país ha supuesto la aparición de nuevos tipos de bici y de formas de practicar el cicloturismo. De entre todas, destaca la irrupción de la bicicleta gravel, de apariencia similar a una bici de ciclocross, pero preparada para realizar viajes y largas distancias por pistas y caminos rurales. Se trata de una moda importada de Estados Unidos que no ha dejado de crecer, hasta el punto que sus ventas, en España y en Europa, se han disparado en los últimos años.
Este tipo de bicicleta se mueve con soltura por carreteras y por pistas y caminos rurales, pero carece de la versatilidad de una ‘btt’ (bicicleta todo terreno) a la hora de afrontar senderos o pistas escabrosas. Por este motivo, al objeto de ofrecer una nueva alternativa cicloturista, el Consorcio Camino del Cid ha trazado una ruta específica para los usuarios de esta modalidad, que utiliza como base las rutas ‘btt’ y cicloturistas ya existentes, pero evitando los tramos ‘btt’ más dificultosos e incómodos.
El resultado es una ruta para bicicletas gravel de 1.500 km, cuyos tracks ya se pueden descargar desde la web oficial del Camino del Cid. Se trata de una propuesta bastante compensada que discurre mayoritariamente por pistas, caminos, y carreteras secundarias con poco tráfico. A partir de ahora, los ciclistas gravel, y también los usuarios de bicicletas de trekking, disponen de una nueva alternativa de 1.500 km para cruzar España de noroeste a sudeste, siguiendo las huellas del Cid Campeador.