El Museo Patio Herreriano de Valladolid presenta desde hoy, 11 de marzo y en las salas 3, 4 y 5, la exposición Esteban Vicente. Siento, luego pinto, que ha sido presentada por la concejala de Cultura y Turismo, Ana María Redondo; y la directora del Museo Esteban Vicente, Ana Doldán de Cáceres.
La muestra reúne una selección de 73 obras, procedentes del Museo Esteban Museo, y que pretende mostrar la evolución del pintor en sus distintas etapas creativas, y de las distintas técnicas por él exploradas desde 1950 hasta 1997: la pintura, el collage, el dibujo y la escultura. Asimismo, esta exposición pone de manifiesto el carácter de secuencia de toda la producción de Esteban Vicente pues si bien, como el mismo decía, cada obra tiene su solución, también es cierto que forma parte de un proceso cuya base es la armonía.
“ESTEBAN VICENTE: Pienso, luego existo” decía Descartes, aludiendo a que la razón era la única forma para hallar la verdad. Pero, ¿qué hay de racional en la pintura? “Pintar no es pensar, es sentir”, decía Esteban Vicente.
A partir de esta premisa surge una interesante carrera artística que, si bien se inicia dentro de los postulados de la figuración, caminaría progresivamente hacia la abstracción.
Tras su formación académica e inicios artísticos en el Madrid de los años 20, Esteban Vicente viviría entre París, Barcelona, Londres, Murcia e Ibiza desde 1929 a 1936, centros artísticos que le permitieron desarrollar un nuevo proceso vital y artístico, fruto de un ardiente anhelo de conexión con las nuevas tendencias de modernidad y vanguardia. Coincidiendo con el estallido de la Guerra Civil, en septiembre de 1936, viaja a Nueva York y tras unos años de indefinición estilística, en 1947 se produce su inmersión plena en la escena neoyorquina, gracias a su relación con los más importantes protagonistas del primer movimiento genuinamente americano: el Expresionismo Abstracto Americano.