Los integrantes de los Celtas Cortos tienen muchos motivos para decir aquello de ‘cómo pasa el tiempo’. El año que viene se cumplen nada menos que treinta años de su primer disco, ‘Salida de emergencia’, que dio una fuerte sacudida al panorama musical cuando expiraban los míticos años 80.
Estos jovenzuelos de Valladolid combinan su eterna rebeldía con el poso que deja la experiencia, cóctel del que emerge ‘Si el mundo está en sus manos’, cuyo estreno se ha anunciado para el 22 de febrero de 2019 como propuesta conjunta de los Celtas y la compañía Azar Teatro.
Ambos equipos comparten un origen geográfico -las orillas del Pisuerga- y unos valores generacionales -Azar Teatro dio sus primeros pasos en 1990-, con lo que su memoria guarda imágenes como el 11-S, Abu Ghraib o el flequillo de Donald Trump.
El hilo conductor de ‘Si el mundo está en sus manos’ no reside en ninguna de esas desgracias, que por sí mismas pueden llevar a muchos a perder su fe en el ser humano, sino en la distopía del Gran Hermano convertida en realidad por culpa de la tecnología, que ha venido a elevar al cubo la vieja alienación de siempre.
Los actores no querían una música que acompañara su texto, los músicos no querían acróbatas que adornaran sus acordes, los acróbatas no querían evolucionar sobre una pintura tridimensional y los artistas plásticos no querían ser solo el cuadro que lo enmarca todo”
Para los responsables del proyecto, “vendemos nuestra humanidad al diablo por la pasta, por el asfalto, por un falso cuento de hadas”, con la única obligación de “obedecer, cuidar la cadena que ata nuestros pies”.
Por eso se dirigen al espectador, al que advierten de que “está en juego tu libertad, tu forma de pensar, tu forma de actuar. ¿Qué harás si no te quieres rendir?”. Por eso “tendrás que encontrar la manera de escapar, de saber, de averiguar la jodida respuesta. Si el mundo está en sus manos, que la huida esté en las nuestras”.
En ‘Si el mundo está en sus manos’ cuatro grupos artísticos se unen para dar vida a un espectáculo multidisciplinar donde se une la interpretación con la música, el circo y la instalación artística. Además de los Celtas y Azar Teatro participan EfimerARQ y los artistas circenses Stéphanie Bouchard y Rubén Martín Urdiales.
Javier Esteban: “Los lenguajes se entrelazan, se cruzan, se tocan, se contaminan, se contradicen y crean, juntos, un otro más”
Juntos acompañan el diálogo de dos personajes de diferentes épocas, el pasado y el presente, que se sumergen en la búsqueda de un futuro mejor. La manera en la que se conjugan los diferentes elementos artísticos da forma a un discurso muy rico, al mismo tiempo que se ofrece un espectáculo memorable.
La intervención instrumental de Celtas Cortos ayuda a recorrer los pasajes del diálogo entre personajes. Las acrobacias con bicicleta y otros objetos cotidianos ponen el acento en la dificultad de los personajes para entenderse. Simultáneamente, las instalaciones artísticas de EfimerARQ, realizadas a partir de material desechado (perfecto ejemplo de pasado y presente), se encargan de arropar a los personajes y situaciones durante la obra.
Como apunta el director de Azar Teatro, Javier Esteban, en esta propuesta “los lenguajes se entrelazan, se cruzan, se tocan, se contaminan, se contradicen y crean, juntos, un otro más”.
“En este proyecto los actores no querían una música que acompañara su texto, los músicos no querían acróbatas que adornaran sus acordes, los acróbatas no querían evolucionar sobre una pintura tridimensional y los artistas plásticos no querían ser solo el cuadro que lo enmarca todo”, recalca.
Celtas Cortos nació en un local de ensayo en 1984, el año en que George Orwell fijó su distopía del Gran Hermano. Hoy el peor escenario es, quizá, que gran parte del público vincule ese personaje con un programa de telebasura. Puede que esta propuesta contribuya a poner las cosas en su sitio.
‘Si el mundo está en sus manos’
22 y 23 de febrero de 2019
Laboratorio de las Artes de Valladolid, LAVA (Sala Concha Velasco)
20,30 horas. Duración: 75 minutos
Precio: 15 euros