Misterio de Alconada es un proyecto pionero en Castilla y León para entrenar con perro de muestra sobre perdiz salvaje. La iniciativa, que es habitual en Toledo, Andalucía y en países como Serbia, puede impulsar la actividad turística
Setter, pointer, bretón, braco… y perdices. Muchas perdices salvajes y en un entorno de ensueño para ellas. El perro galopa como alma que lleva el diablo por la llanura terracampina hasta que, de repente, frena de manera violenta en una muestra escultural. Guía seguro y dominador hasta bloquear la pareja de perdices (Alectoris rufa) que apeona delante. La emoción llega a culminar cuando los pájaros salen en vuelo, como han hecho desde generaciones para escapar del predador. Una mirada a su alrededor llena de satisfacción al conductor de los canes, que encuentra en estas tierras del sur palentino casi todo lo que ansía su espíritu. Es Misterio de Alconada.
De Ampudia a Baquerín de Campos (Palencia) apenas hay doce kilómetros de distancia. El castillo y la colegiata de San Miguel ponen de manifiesto muy pronto la importancia medieval de la primera de estas localidades. La iglesia parroquial de Santa María de Arvis, construida en el siglo XVI con piedra y ladrillo, es referencia arquitectónica en la segunda. Tierra de Campos conserva un rico patrimonio que quizá no sea valorado lo suficiente. Y su medio ambiente es el hábitat de joyas vivas que podrían desaparecer. Solo falta que el foco turístico se fije en este privilegiado entorno rural, ahora en declive, y al que proyectos valientes y con la implicación necesaria pueden revitalizar.
Esta es la dinámica que mueve a Fernando Carneiro, el apasionado impulsor de la iniciativa pionera en Castilla y León para entrenar perros de muestra sobre perdiz roja salvaje. Es la quintaesencia de la caza. No se mata. No hay escopetas de por medio. El amante del perro de nariz privilegiada puede acudir a estos terrenos, con reserva previa, para disfrutar de las cualidades de su can al cien por cien y de un entorno magnífico. En Toledo y Andalucía esta práctica es ya habitual. También algún otro país; en la región serbia de la ciudad de Nis, por ejemplo.
Desarrollo rural
El proyecto Misterio de Alconada supone un nuevo enfoque de la caza tradicional en los campos cerealistas del sur de Palencia, con el revulsivo económico de la mano del turismo que implica para estas zonas rurales que ahora carecen de él. “Hay un futuro grande para la zona con el turismo: hoteles, alquiler de casas, restaurantes… La afición al perro está en el norte de España, que ahora tiene que bajar a Toledo. Y Tierra de Campos está también solo a 350 kilómetros de la frontera francesa”, apunta Carneiro para señalar el gran público potencial que tiene a disposición. Misterio de Alconada es el primer coto para el entrenamiento de todas las razas de perro de muestra. “Los franceses están locos por venir”, remacha el impulsor del proyecto.
Fernando Carneiro, un asturiano de cincuenta años de edad, creció en un entorno repleto de actividades cinegéticas, pero el declive de las especies fue menguando su interés hasta que un amigo le regaló un setter gordon. A partir de entonces se interesó por la competición y en Francia constató que había otra cultura del perro y la caza; muy vinculados ambos aspectos al medio ambiente y su conservación. En sus viajes por Italia además tomó conciencia de que todo ello -como sucede en la zona de montaña de Cantalupo, donde se celebran muchas pruebas- va asociado al turismo rural. “Estas cosas se pueden hacer en España”, se justifica convencido.
Alguien le habló de Ampudia y quedó maravillado con lo que vio. Contactó con José Antonio Pérez Garrido, uno de los mayores expertos en perdiz roja, y todo comenzó a andar. “El terreno de Tierra de Campos es maravilloso. Mi ilusión es que pueda venir gente a entrenar incluso de Francia, y eso va a suponer muchas visitas para la zona. Es un turismo muy sostenible: en Serbia se entrena todo el año y no se dispara nunca…”, explica.
Es consciente de que necesita varios años para que todo vaya adelante como desea. La Junta de Castilla y León le dio los permisos necesarios a finales del pasado mes de marzo, de manera que solo fue posible campear con perro dos semanas, hasta el 8 de abril, cuando la perdiz comienza el proceso de reproducción. A mediados de agosto o principios de septiembre -una vez que los pollos ya son suficientemente adultos- será posible recorrer otra vez las fincas de Misterio de Alconada. Es posible reservar la parcela a través de la web del proyecto y por teléfono. Los ayuntamientos de Ampudia y de Barquerín de Campos se han volcado también para sacar adelante la iniciativa. Igual que la Administración regional, con el director general del Medio Natural, José Ángel Arranz y el jefe de Caza y Pesca, Ignacio de la Fuente como interlocutores.
El perfil de usuario de este proyecto pionero en la región es muy amplio. El mundo de la competición solo representa un pequeño porcentaje del apasionado al perro de muestra. “El aficionado es muy importante”, enfatiza. Sí es cierto que poco a poco va evolucionando la cultura de la caza hacia la del perro, pero todavía debe seguir progresando. Para alcanzar la esencia, los turnos de cada perro no deben superar los quince minutos y “no quitarle el brío”. Tampoco es bueno sacar demasiados canes al mismo tiempo, que ponen a las perdices fuera del terreno. La calidad importa siempre mucho más que la cantidad. Y se valora.
Preservar la perdiz
Las tierras de Ampudia ocupan 1.300 hectáreas, con linderos entre parcelas. El terreno de Barquerín de Campos es de 2.000 hectáreas de una extensión absolutamente llana, ideal para perros de mucha calidad y gran recorrido. Es perfecto para la alta competición en modalidades como la gran busca. Cetreros de toda Europa ya han mostrado también su interés por este lugar, en el que se puede disfrutar todo el tiempo del vuelo del halcón. Ampudia se adapta mejor a perros más cortos. Y preservar la perdiz es la máxima que sigue a rajatabla Carneiro. Han instalado comederos y 200 bebederos en las zonas que habitan los bandos. Además, han realizado alguna reintroducción de perdices con jaulones diseñados para ello. “Debe ser todo muy sostenible y ecológico”, insiste una y otra vez.
La caza con la captura de la pieza es una opción que será posible en un futuro, cuando la población de perdices sea la deseada y se realice de manera muy controlada. Ampudia dispone de una parte arbolada en la que el entrenamiento es más complicado porque interfiere en la visión hacia el perro. “El principal aliciente de todo esto es el turismo”, resume Carneiro. Hasta cerca de Tierra de Campos hay buenos accesos y, allí, terrenos idílicos.
Ya se oye otra vez el zurrido de la brava perdiz, que sale siempre veloz desde el suelo tras la muestra estilosa del perro. Ningún apasionado del perro y la patirroja puede pedir más.