La exposición en el Museo Nacional de la Escultura (Valladolid) del escultor nacido en la localidad zamorana de Cerecinos de Campos está formada por un conjunto de 35 esculturas en bronce, mármol y escayola. Algunas de ellas inacabadas, proporcionan una dimensión muy atractiva sobre el trabajo creativo de este escultor. El Museo presenta en la Casa del Sol la exposición ‘Baltasar Lobo. Un moderno entre los antiguos’.
En ella, las reproducciones clásicas de la exposición permanente se verán acompañadas durante los próximos meses de un «intruso del siglo XX», Lobo, que recreó en sus esculturas los mitos griegos. tratando de descubrir sus aspectos más anticlásicos e insólitos. En la muestra se ha querido poner de manifiesto este aspecto singular y de su obra: la «palpitación clásica» que subyace en sus Ledas, Centauresas y Torsos femeninos que dialogan aquí con Afrodita, Dionisos o las estatuas del Partenón.
Hasta finales de octubre, este diálogo se ampliará con lecturas de poemas, conversaciones, talleres, cine y grandes conciertos que tendrán siempre en común esa voluntad transfronteriza. Este programa será el eje de la celebración de un ciclo de actividades en torno al Día y la Noche de los Museos, 18 y 19 de mayo, cuyo lema en esta edición de 2018 es Museos hiperconectados.
El mismo desnudo siempre
La exposición está dividida en cinco secciones: ‘Un ojo primitivo, una mente moderna’, ‘Centauros, faunesas, diosas-cisne’, ‘Esto no es un desnudo’, ‘Métodos ancestrales’, y ‘Mujeres… a ser posible’.
A pesar de haber sido distinguido internacionalmente como un gran escultor del siglo XX, Baltasar Lobo ha sido durante décadas un artista ausente de las historias del arte e ignorado por sus compatriotas.
Un hecho que se debe, como en tantos casos, al exilio que emprendió cuando en 1939 atravesó la frontera para instalarse en París, ciudad en la que maduró como escultor. Allí, y como les sucedió a tantos contemporáneos suyos (Brancusi, Giacometti, Moore…), desarrolló una obra obsesiva, sin rupturas llamativas ni cambios insospechados.
Su vida fue marcadamente silenciosa. Vivió siempre en la misma casa, llevó siempre la misma gabardina, quiso siempre a la misma mujer y, en el fondo, esculpió siempre el mismo desnudo.
UN MODERNO ENTRE LOS ANTIGUOS
CASA DEL SOL
C/ Cadenas de San Gregorio, 3. Valladolid
Horario: Martes a viernes, de 11,00 a 14,00 y de 16,30 a 19,30. Domingos, de 11 h a 14 h.
Hasta el 28 de octubre de 2018
Entrada gratuita