El mundo de las letras se vuelca este año con la celebración del bicentenario de José Zorrilla, el escritor que encarnó (en su estilo y en sus contradicciones personales) el espíritu del siglo XIX español. Como buen romántico, este autor nacido en 1817 tuvo un carácter marcadamente individualista, profesó ideas liberales y, por supuesto, tomó las grandes decisiones de su vida condicionado por su relación con el sexo femenino.
La figura de don Juan no nació de la mente de Zorrilla, pero es una evidencia que su obra más aclamada y representada, ‘Don Juan Tenorio’, contribuyó a ensanchar el mito del galán que competía por ser quien más reputaciones arruinaba. Según la mentalidad de la época, la mujer que se dejaba seducir quedaba señalada de por vida, en un desliz que también manchaba la honra del marido o futuro esposo.
El papel del padre
En su vida privada José Zorrilla no logró emular a su personaje más popular, pero sí tenía una personalidad que le arrastraba hacia las mujeres: un tempranísimo amor veraniego con una prima, dos esposas, diversos amores durante sus estancias en París y México… También admite un análisis crítico la discordancia entre sus ideas revolucionarias, que le llevaron a ser perseguido por la policía, y el discurso moralizante del conjunto de su obra. A decir de los estudiosos, en este punto desempeña un papel crucial la relación con su padre, un jurista despótico y severo, de ideas absolutistas y que siempre repudió la aversión del joven a los libros.
Pero a los libros de leyes, por supuesto, porque con la misma fuerza que los códigos civil o penal se le caían de las manos le atraían la literatura y el teatro. Devoró las obras de autores románticos como Walter Scott, Chateaubriand, Alejandro Dumas, el Duque de Rivas o Espronceda. Y cuentan sus biógrafos que el padre desistió de convertirlo en un hombre de provecho; mandó que abandonara la universidad y que se desplazara a Lerma.
Huido a Madrid
El destino que esperaba a Zorrilla a orillas del Arlanza eran los trabajos en el viñedo, de modo que, en un episodio digno de una de sus novelas, robó una mula, escapó a Madrid y a sus 19 años inició su carrera literaria; comenzó a frecuentar los ambientes literarios de la capital y aprendió lo que es el hambre, cuyo mordisco lo acompañaría en numerosas épocas a lo largo de su vida.
A los 21 años se casó con una viuda irlandesa, arruinada y mucho mayor que él. El escritor tuvo numerosas amantes y siete años después abandonó a su esposa para fijar su residencia en París. A su regreso, en 1849, la Real Academia Española lo admitió en su seno, pero no tomó posesión en el plazo que le habían dado; ese mismo año fallecía su padre sin haber perdonado su fracaso en los estudios y su vida disoluta, lo que supuso una losa sobre su conciencia. En un periplo increíble, de las que solo se producen en las vidas de los grandes genios o de la gente afortunada en extremo, se le volvió a ofrecer un asiento en la academia nada menos que 37 años después. En esta segunda ocasión sí ocupó el cargo.
Otro de sus viajes le llevó hasta México, donde residió doce años. Aunque imparcial en las disputas políticas que sacudían el país azteca, cuando Maximiliano I ocupó el poder como emperador aupó a Zorrilla como director del Teatro Nacional.
Pasajes fantasiosos
De vuelta en España no consiguió librarse de los apuros económicos, si bien eran numerosos los homenajes que recibía. Se casó una segunda vez y falleció en Madrid en 1893 durante una operación para extraerle un tumor cerebral.
Mucho se ha especulado sobre la importancia de esa enfermedad en su estado mental y en los pasajes fantasiosos de su obra, puesto que en su autobiografía ‘Recuerdos del tiempo viejo’ habla de alucinaciones y sonambulismo. Sus restos descansan en el Panteón de Vallisoletanos Ilustres del Cementerio del Carmen, en Valladolid.
El mito de don Juan
La vida literaria de José Zorrilla se inició a edad tan temprana como los 20 años, cuando publicó su primera reunión de poesías y comenzó su largo camino teatral con ‘Juan Dandolo’, obra a la que siguieron otras como ‘El zapatero y el rey’, ‘El puñal del godo’, ‘El rey loco’ o ‘El excomulgado’. Publicó ‘Don Juan Tenorio’ en 1844, a la edad de 27 años, tomando prestada la figura de don Juan de ‘El burlador de Sevilla o El convidado de piedra’, de Tirso de Molina. El Tenorio es con diferencia su obra más reconocida y representada, superando en fama a la de Tirso y contribuyendo a ensanchar el mito del personaje más universal, con perdón del Quijote, que ha dado la literatura española.
Merece la pena reseñar lo que dijo del Tenorio el ferrolano-salmantino Gonzalo Torrente Ballester: “Es la más discutida, quizá, de las obras teatrales modernas; la más alabada y denostada, pero la única verdaderamente popular”.
Un año de homenajes
El bicentenario de Zorrilla supone un completo programa cultural de homenaje, tanto desde la perspectiva literaria como escénica, por parte de universidades y administraciones, de dentro y de fuera de Castilla y León.
Los principales actos se van a celebrar en las localidades que reivindican al autor como propio; desde luego Valladolid, donde nació en 1817, pero también en Lerma (muy vinculada a su familia materna y donde su padre fue desterrado por sus ideas absolutistas) y Torquemada, localidad de nacimiento de su padre y donde el autor del Tenorio pasó diferentes periodos.
Las bibliotecas de Castilla y León han programado más de cuatrocientas actividades vinculadas a su obra. Esta actividad incluirá actividades didácticas sobre la obra de Zorrilla, visitas teatralizadas a las bibliotecas centradas en su obra y sus personajes, representaciones teatrales, la elaboración de un ‘Don Juan Tenorio’ en lectura fácil y exposiciones de fondos literarios que abarcarán no solo su obra, sino también el mito del donjuanismo. Zorrilla será también el autor que abordarán los clubes de lectura e inspirará los ciclos de cine, veladas musicales, conferencias y coloquios en las nueve bibliotecas públicas de la comunidad.
Su trascendencia en el mundo
Una de las principales iniciativas que la Consejería de Cultura y Turismo abordará como homenaje es un espacio propio en la Biblioteca Digital de Castilla y León (bibliotecadigital.jcyl.es) dedicado a José Zorrilla, con una colección de recursos sobre su vida y obra y su trascendencia en todo el mundo.
Este espacio incluirá toda la documentación y obras vinculadas al autor que se encuentran en bibliotecas de Castilla y León, incluyendo la biblioteca de la Casa Zorrilla. La colección cuenta ya con más de cien obras, desde ediciones contemporáneas a la vida del autor, publicadas en la primera mitad del siglo XIX hasta entrado el siglo XX, e irá aumentando durante el año. Entre las obras digitalizadas, se escogerá una Obra del Mes, que se comentará en el portal de Bibliotecas de Castilla y León y en las redes sociales.
Desde el ámbito de lo escénico una gira llevará la obra de Zorrilla, de la mano de Teatro Corsario, por toda la comunidad. Asimismo, los escenarios de la Red de Teatros y Circuitos Escénicos también se sumarán con representaciones de Zorrilla, quien también tendrá presencia en la Feria de Teatro de Castilla y León, en Ciudad Rodrigo.
La Casa de Zorrilla
Epicentro de las celebraciones va a ser la Casa de Zorrilla, donde nació el autor y donde residió sus siete primeros años de vida y a su regreso de México. La casa ha sido restaurada, pero conserva diferentes elementos de la época de Zorrilla y del propio autor, como su escritorio.
El programa de actos se prolonga hasta el 23 de enero de 2018, fecha en que se cumple el 125 aniversario del fallecimiento de Zorrilla mientras le extirpaban un tumor que, quién sabe, quizá fuera responsable de una pizca de la genialidad de este autor universal.
Fotografía principal del reportaje: caraAcara