Reyes, condes, intrigas, conspiraciones, muertes, honor, ambición… Todo basado en hechos reales. 140 vecinos de la localidad burgalesa de Oña se vestirán de época una año más para representar los orígenes de Castilla durante la Baja Edad Media.
Desde aquellas primeras puestas en escena (1998), la obra ha evolucionado hasta convertirse en el espectáculo de luz y sonido que es en la actualidad. “La puesta en escena es más ágil y dinámica. Se entiende mejor y el público disfruta mucho más”, explica Berta Tricio. El Cronicón tiene su propia página web y su cuenta en facebook para mantener una relación más directa con el público.
El monasterio de San Salvador es uno de los puntos fuertes de la representación. Los hechos representados sucedieron también en ese espacio; allí están enterrados algunos de los personajes fundamentales del Cronicón.