Castilla y León ofrece a los turistas la oportunidad de descubrir su cultura, los bellos espacios naturales de los que disfruta, regresar al pasado junto a sus monumentos y encontrar propuestas turísticas únicas
LEÓN. El Pantano de Riaño
Son los Picos de Europa los que se reflejan sobre las aguas del Embalse de Riaño, dejando una imagen para el recuerdo de este pantano, con casi 30 años de historia, donde se pueden observar las aves que vuelan junto a las montañas y bajan a menudo hasta el río Esla.
En el pantano se organizan paseos en barco y numerosos deportes acuáticos como la vela o el surf, de los que disfrutar en un entorno en el que olvidarse de la rutina diaria.
El antiguo pueblo de Riaño se encuentra bajo las aguas del pantano y en el nuevo pueblo, la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, del siglo XIII, que fue traída y reconstruida piedra a piedra, conserva unas pinturas románicas, góticas y barrocas de gran belleza.
2. BURGOS. Iglesia de Santa María de Villalba en Cerezo del río Tirón
A pocos kilómetros de Miranda de Ebro se encuentra una localidad cuyos vestigios atestiguan su importancia histórica e invitan a deleitarse con unas magníficas vistas desde la parte más alta de Cerezo del río Tirón. Allí se encuentran los restos del que fuera su castillo, una fortaleza que jugó un papel estratégico durante la Edad Media.
Desde su iglesia de Santa María de Villalba se contempla el horizonte que dibujan los montes de la Sierra de la Demanda. Este templo conserva la mayor parte de su estructura gótica. Según la tradición, fue párroco durante un tiempo san Vitores, un misionero jesuita que fundó la primera iglesia católica en la isla de Guam, y que finalmente fue decapitado por los musulmanes en 1672.
PALENCIA. Monumento Natural de Las Tuerces
En Las Tuerces existen diferentes rutas para descubrir este auténtico laberinto de grandes bloques con puentes y arcos naturales. Especialmente dirigidas a los apasionados de la naturaleza que, una vez arriba, no encontrarán caminos definidos, sino el paseo natural creado por el paso del tiempo y la pisada de algunos caminantes.
Atraviesa tierras de Aguilar de Campoo y Pomar de Valdivia, por lo que, además de recorrer este singular paraje, también se pueden visitar los restos de la muralla de Aguilar o su Monasterio de Santa María la Real. Y para refrescarse en plena naturaleza, nada mejor que acercarse a las cascadas de Covalagua, donde nace el río Ivia.
SORIA. Ermita de San Bartolomé en el Cañón del Río Lobos
El Parque Natural del Cañón del Río Lobos se ubica entre las provincias de Burgos y Soria y en esta última se asienta la ermita de San Bartolomé, en un estrecho valle que surca el río Lobos, encargado de dar forma a la roca caliza, dibujando una bella estampa.
Construida a comienzos del siglo XIII, es un templo de estilo románico que se funde con el paisaje de este profundo cañón, el cual recorre más de 25 kilómetros y donde se encuentran fácilmente aves como el buitre leonado o el águila real. Pueden observarse mientras se realiza alguna de las rutas propuestas a lo largo de este espacio natural.
VALLADOLID. Observar el cielo desde Tiedra
Una propuesta diferente y muy atractiva del Centro Astronómico de Tiedra, que desde sus instalaciones permite observar el cielo por el día y por la noche para descubrir todos los detalles que esconden el Sol, la Luna, las nebulosas, las estrellas…
La observación nocturna acerca a los visitantes las maravillas de un cielo estrellado, cada vez más difícil de encontrar por culpa de la contaminación lumínica, mientras la observación durante el día se centra en nuestra estrella más cercana: el Sol. Además, la jornada astronómica se puede completar con la visita al precioso pueblo de Tiedra, caminar por el casco histórico y contemplar su imponente castillo del siglo XI.
ZAMORA. Cascada de Sotillo
Desde la pequeña localidad de Sotillo de Sanabria parte una ruta que transcurre hasta su bella y sorprendente cascada, uno de los rincones más bonitos de la provincia zamorana. Para llegar hasta aquí, el viajero atraviesa un bosque de robles y arroyos, en un camino sencillo que guarda un encanto especial.
Desde un mirador en la roca se contempla el imponente salto de agua que proviene de la laguna de Sotillo, un paraje por descubrir también por ser la más grande del Parque Natural de Sanabria, y que puede bordearse hasta llegar a unos resaltes de rocas que ofrecen una vista perfecta de este paraje natural.
SALAMANCA. La dehesa charra
Uno de los paisajes más característicos de la provincia salmantina es la dehesa charra, también conocido como Campo Charro, donde predominan las encinas, pero sobre todo las reses bravas que pastan en estos prados libremente, y que forman parte de algunas de las ganaderías de toros de lidia más antiguas de España.
Una ruta por este singular paisaje permite caminar por el hogar del toro bravo y contemplar las grandes mansiones construidas en el interior del Campo Charro, así como sus plazas de toros y corrales.
La tradicional cría de ganado bravo en tierras salmantinas, sumada a la belleza natural de la dehesa, convierten a este turismo taurino en una propuesta diferente que ahonda en las tradiciones más arraigadas de Castilla y León.
ÁVILA. Garganta de Bohoyo
Muy próximo al límite con la provincia de Cáceres, se alza Bohoyo en las estribaciones de la Sierra de Gredos. Este pequeño municipio abulense permite descubrir un espacio natural único e inolvidable, donde resalta una garganta, conocida como la Garganta de Bohoyo, atravesada por una senda que se convirtió hace años en el camino empleado por pastores y cazadores para llegar hasta las Cinco Lagunas, la Laguna Grande y la cumbre del Almanzor, a más de 2.500 metros de altitud.
El viajero más curioso encontrará aquí una preciosa ruta desde la que admirar la imponente sierra, pasear por las aguas y fuentes que regala el camino y, quizá, encontrarse con especies como la cabra montés o mirando al cielo, descubrir el vuelo de los buitres leonados y negros que viven en este tranquilo paraje natural.
SEGOVIA. Real Casa de la Moneda
La fuerza del Eresma sirvió para que los españoles del siglo XVI impulsaran el comercio por todo el mundo. En la margen izquierda de este río, a pocos metros del Monasterio del Parral y de la tumba de san Juan de la Cruz, se encuentra la Real Casa de la Moneda, hoy convertida en un museo que muestra la tecnología y los métodos de trabajo necesarios para acuñar dinero.
De sobrio y elegante trazado herreriano, el máximo exponente del patrimonio industrial del Renacimiento español fue un encargo de Felipe II, empeñado en mostrar al mundo un complejo de grandes dimensiones, capaz de simbolizar su poder absoluto y la riqueza del reino. Un edificio singular erigido en un espacio privilegiado de la ciudad segoviana.