Ricardo Ortega
Los suelos del sureste leonés cubren toda la gama de los colores pardos y rojizos, desde Tierra de Campos hasta el entorno de Valencia de Don Juan, en una amplia llanura que se extiende junto al Esla.
Muy cerca de allí, a apenas cinco kilómetros, la comarca natural de los Oteros se caracteriza por las suaves ondulaciones que antiguamente se poblaban de encinas. Esos cerros son los cuetos, u oteros, muchos de los cuales se encuentran atravesados por los respiraderos de las bodegas tradicionales, el principal reclamo del proyecto enoturístico puesto en marcha hace un año por Daniel Ferreros.
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