Yago Costoya
Si eres de Valladolid, de sus alrededores o conoces la ciudad es probable que ubiques la Plaza del Viejo Coso o, al menos, que te suene de oídas. Y si no, seguramente habrás paseado por sus inmediaciones sin darte cuenta. Así, muchos transeúntes que desconocen la ubicación exacta de este lugar pasan de largo sin llegar a poner un pie sobre uno de los rincones más emblemáticos que alberga la capital del Pisuerga. Sin embargo, tanto la plaza como su historia no merecen pasar desapercibidas y requieren de un breve detenimiento que nos ayudará a conectar con el arraigo vallisoletano.
«La Plaza del Viejo Coso es uno de los sitios más simbólicos que tiene la ciudad de Valladolid», afirma Jesús Julio Carnero, alcalde de la localidad. Pero ¿por qué?, Lo resolveremos:

Historia y usos
Esta plaza, con acceso desde las calles de San Quirce y San Ignacio, fue construida en 1833 para que Valladolid pudiera albergar su primera plaza de toros, ya que, hasta ese momento, todos los festejos taurinos se celebraban en la Plaza Mayor de la ciudad. La Plaza del Viejo Coso contaba con una capacidad para 8.000 espectadores y destacaba por su original estructura octogonal, siguiendo la forma de las de Zaragoza y Granada. Sin embargo, su escasa dimensión y gran incomodidad marcaron su fracaso y abandono, y en 1890 se construyó la actual Plaza de Toros en el Paseo de Zorrilla.
En 1900, la plaza adoptó una nueva función: se convirtió en un cuartel de la Guardia Civil hasta que en 1977 se traspasó al barrio de San Isidro. «Cuando era pequeño, venía yo a jugar aquí con los hijos de la Guardia Civil. Nos montaban en un caballo y nos paseaban por la plaza», recuerda un profesor que la cruza para llegar hasta sus clases.
Un año después, un grupo ecologista okupó el edificio para reclamar su conservación y que adoptase un uso cultural. Finalmente, en la década de 1980 se rehabilitó y destinó a viviendas y locales comerciales cuyos vecinos hoy en día reclaman una mejora de sus cuidados y mantenimiento.
Estilo de las viviendas
Los edificios siguen el modelo romano a través de fachadas de ladrillo y corredores de madera, simulando una tradicional corrala, tipo de vivienda característica del viejo Madrid. En su parte interna cuenta con dos pisos de balconcillos.

Actualidad
La singularidad de su forma la ha llevado a ser escenario de rodaje de varias películas y series como: ‘Voy a pasármelo bien‘, de David Serrano o ‘Memento Mori‘, la serie basada en el escritor vallisoletano César Pérez Gellida.
El escudo situado en uno de sus callejones y algunos palcos reconvertidos en balcones y viviendas son los únicos vestigios que quedan de aquella antigua plaza de toros. En su interior, destaca sobre el resto de vegetación, un tejo de 50 años y 11 metros de altura.
La Plaza del Viejo Coso permanece como un espacio abierto hasta las 22:00 horas, que comienza a ser de uso privado. Durante el día se muestra como un tranquilo y relajado paseo en pleno centro de Valladolid. Dos amigas huyen del alboroto de San Quirce para transitar sobre ella, charlar tranquilamente y «encontrarse» en este espacio.
«Un lugar tranquilo, cercano a San Pablo y al centro histórico de la ciudad. Un lugar en el que la primavera se llena de frondosidad. Cuando uno se encuentra en esta plaza, se siente acogido y abrazado», destaca el alcalde.




