Jorge Guillén, poeta y crítico literario de la generación del 27 y uno de los principales nombres de la poesía española del siglo XX, nació en Valladolid en 1893, donde residió durante su infancia y juventud. Publicó su primer libro, ‘Cántico’, con 35 años y ganó el primer Premio Cervantes en el año 1976.
Guillén realizó visitas constantes a Valladolid hasta su exilio y las reanudó cuando regresó a España. Estudió entre Madrid y Granada, donde se licenció en Filosofía y Letras. Después se trasladó a Suiza entre 1909 y 1911 y ocupó la Cátedra de Literatura de la Universidad de Murcia, de 1926 a 1929.
Fundó la revista literaria ‘Verso y Prosa’, realizó varios lectorados en Oxford y publicó la primera edición de Cántico en la Revista de Occidente en 1928. Azorín calificó este debut literario como el inicio de “una época en la evolución de la literatura española”.
Durante esa época conoció a varios miembros de la Generación del 27, como Federico García Lorca. Gracias a su amistad, el poeta granadino ofreció un recital en el Ateneo de Valladolid.
La guerra que cambió todo
La Guerra Civil sorprendió a Jorge Guillén estando en Valladolid. Fue encarcelado acusado de espionaje, pero lo liberaron por la intervención de su padre, Julio Guillén, albista republicano, que consiguió un gran número de firmas a su favor, entre ellas, la del arzobispo de Valladolid.
Tras su Cátedra en la Universidad de Sevilla y pese a que traduce el ‘Canto a los mártires de España de Claudel’ para la Falange (edición de la que renegó años después), el poeta sabía que estaba señalado como sospechoso desde su paso por la cárcel de Pamplona y su matrimonio con una judía. En 1938 abandonó el país. Durante los primeros años de exilio impartió docencia en distintas universidades de Estados Unidos y Canadá.
Guillén volvió por primera vez a España en 1949. Pasó dos meses en Valladolid, en la casa de sus padres, en lo que hoy es la calle de la Constitución. Durante esos días en la capital vallisoletana, comenzó a escribir ‘Clamor’.
Múltiples son las visitas que realiza a España (1955, 1958, 1961, 1967 y 1975), hasta que regresa definitivamente, concluida la Dictadura, en el año 1977.
Valladolid se vuelca en su homenaje
En la última de las visitas a España, antes de su regreso definitivo, el poeta fue homenajeado en varias localidades de Valladolid como Montealegre, Villalón y Valladolid capital. En 1982 fue nombrado hijo predilecto de Valladolid y en 1983 se celebraron varios homenajes por su 90 aniversario.
La huella de Jorge Guillén es tan intachable en España, y especialmente en Valladolid, que una calle y un colegio llevan su nombre. Además, dos esculturas del centro de la ciudad representan su figura.
La primera escultura, nombrada por su autor Eduardo Chillida ‘Lo profundo es el aire’’ fue inaugurada en 1982. Y la segunda, ‘Homenaje a la infancia y a Jorge Guillén’ se inauguró en 1998 en la plaza del Poniente.
Jorge Guillén tenía ancestros en Montealegre de Campos y dedicó un poema a su castillo con los siguientes versos:
