Alfredo Fernández
La provincia de Palencia es una tierra rica en una gran multitud de virtudes, ya sea agricultura, ganadería, paisajes campestres envidiables, turismo y montañerismo, pero sin duda, su mayor exponente son sus iglesias. Da igual dónde estés o hacia dónde te muevas es muy probable que en cualquier pequeño y pintoresco pueblo de esta provincia logres hallar un genuino edificio que te deje la boca abierta.
Frómista
Quizás una de las más imponentes y de las más pulcras en cuanto a cuidado y diseño, es San Martín de Tours. Se alza como el escaparate perfecto para iniciar una expedición hacia el estilo arquitectónico románico.
Fue parte de un monasterio benedictino en el siglo XI y estaba ubicado en plena ruta del Camino de Santiago. La UNESCO lo convirtió en 2015, gracias a la ampliación del Camino de Santiago a «Camino de Santiago, Francés y del Norte de España», en un monumento histórico-artístico que forma parte del Patrimonio de la Humanidad, además de que se considera como uno de los prototipos del románico europeo.
Se trata de una obra fundada por doña Mayor, condesa de Castilla, que goza de un claro estilo románico tanto en su fachada exterior como en su interior.
Sobre sus naves, de una altura no muy considerable, se encuentra un cimborrio octogonal que descansa sobre el crucero y las dos torres cilíndricas que se ubican a ambos lados de la fachada principal. Tanto en la principal, como en las laterales y la trasera, podemos observar piedra lisa como composición total del edificio, adornada con arcos de medio punto y con adornos ajedrezados. Consta en sus aleros y tejados de más de 300 canecillos que portan figuras muy parecidas a las de las gárgolas.
En su interior se presenta una planta basilical de tres naves que se adorna de bellos mosaicos y de un crucifijo gótico datado en el siglo XIII. Es una de las primeras construcciones de este ámbito que pasó su formación de forma cuadrada a una más circular (o en forma de cúpula).
Esta iglesia es una de las bellezas más vívidas que tiene la provincia, y sus capiteles en forma de animales vegetales o narraciones, sus columnas lisas y bien decoradas y sus adornos de puertas y fachadas la hacen ver como uno de los atractivos más destacados de este género.
Moarves de Ojeda
En la pequeña localidad de Moarves de Ojeda nos encontramos con la iglesia de San Juan Bautista. Se considera como una de las iglesias mejor conservadas de la provincia y fue declarada de interés cultural en 1931. Fue construida en el siglo XII y posteriormente fue sustituida casi en su totalidad por una iglesia de estilo gótico, pero aún en nuestros días se conserva la pila bautismal y la portada de la fachada sur.
El portón se encuentra ubicado bajo un saliente en el lado sur de la iglesia, apoyado bajo un dosel que se encuentra apoyado en ménsulas. Contrarresta con el resto del edificio debido a su tonalidad rojiza y con una cantidad más abrupta y exagerada de detalles. Se encuentra adornada por un friso que representa a Cristo y varias escenas de la Biblia, así como a varios de los apóstoles. La entrada está adornada finamente por varias arquivoltas decoradas con escenas míticas de la Biblia como Sansón y el león.
Por otro lado, la pila bautismal también consta de varios diseños de los apóstoles y de Cristo, partiendo de que parte de la misma ha sido renovada y que se representan varias escenas a lo largo de la circunferencia.
Brañosera
Construida con sillería de arenisca rojiza de procedencia local, la iglesia de Santa Eulalia data del siglo XII y, aunque fue parcialmente volada en 1934, aún guarda parte de sus restos románicos.
Su parte más destacada es la antigua portada, a la derecha del acceso actual, que destaca por su tejado decorado por siete canecillos y una cornisa decorada por ornamentos. Contiene una arquivolta apoyada en columnas decoradas con capiteles de formas zoomorfas (un centauro y un dragón), así como ventanales de medio punto con arquivoltas con motivos vegetales y capiteles decorados.
Contiene también un ventanal de medio punto alojado en la portada, decorado con leones y hojas estilizadas. Contiene también una pila bautismal con motivos vegetales y una espadaña con doble vano de medio punto.
Cantamuda
En San Salvador de Cantamuda, ubicado en el municipio de La Pernía se ubica como edificio cumbre del románico en la montaña palentina la Colegiata de San Salvador.
Fue fundado por la condesa de Castilla María Elvira en el siglo XII y fue de patronato real hasta que Alfonso XII se lo entregó al obispado de Palencia.
La iglesia se halla en un estado de conservación casi perfecto al sur del pueblo, en una serie de prados, donde su estilo románico y su amplia envergadura se pueden gozar sin oposición.
Se trata de una fachada muy amplia y con un carácter distintivo muy único y envidiable. Destaca sobre todo por su fachada occidental, creada en forma de espadaña basada en el estilo románico español, siendo el elemento más característico de la edificación. Esta fachada occidental cuenta también con una serie de arquivoltas sencillas, con las que se complementa un elaborado ventanal.
Su otra fachada, ubicada en el sur del edificio, se edifica en forma de un porche con un estilo más moderno. En su interior encontramos una planta de cruz latina con una cabecera escalonada, sumada a unos remates en forma de ábsides de tambor. Estos ábsides se ubican en las cuatro direcciones: el norte ubica un ventanal y el sur dos.
Destaca en belleza no solo por su exterior y por sus capiteles y columnas, sino también por sus ornamentos interiores, que se componen de una mesa altar con columnas románicas y una serie de columnas con fustes labrados.
Las iglesias palentinas son mucho más que meros edificios, son testigos pasados y futuros de lo que fue, es y será nuestra historia. Desde el templo más simple hasta la iglesia más adornada, este estilo arquitectónico es una seña de identidad para una provincia que tiene un legado que preservar y del que enorgullecerse.
