Ricardo Ortega
Son varios los caminos que atraviesan la provincia de Valladolid y que forman parte de la red jacobea, entre ellos el Camino de Madrid, el Camino del Levante y el Camino del Sureste. Cada uno de estos caminos tiene su propio recorrido y características, pero todos comparten el destino común: Santiago de Compostela.
Ofrecen una experiencia única y enriquecedora, al mostrar los secretos de la provincia de Valladolid mientras avanzan hacia su meta. Los albergues, las iglesias y los monumentos que salpican la ruta, junto con la amabilidad de los habitantes locales, hacen que el Camino de Santiago en Valladolid sea una vivencia memorable.
A pesar de las dificultades de los siglos, como hambrunas, crisis económicas y cambios sociales, el Camino de Santiago ha perdurado, con momentos clave de reactivación durante los años santos. Hoy en día, el peregrino vive una experiencia tradicional, pero también moderna, que se ha convertido en un fenómeno cultural, deportivo y personal. La amplia red de transporte, comunicación y servicios hace que la travesía sea accesible y diversa.
El Camino de Madrid
El Camino de Madrid conecta la capital española con la gallega, pasando por diversas localidades de la provincia de Valladolid. Arranca en Madrid y se dirige hacia el norte, atravesando la provincia a través de un paisaje caracterizado por campos y pequeños pueblos llenos de historia.
El recorrido es tranquilo y accesible, permite a los peregrinos disfrutar de un entorno rural y de una hospitalidad genuina. Este camino es menos transitado que otras rutas jacobeas, lo que lo convierte en una experiencia más íntima y tranquila.
El Camino de Levante
El Camino de Levante es una de las rutas menos conocidas, pero igualmente importante dentro de la red de caminos a Santiago. Este camino, que parte desde Valencia y recorre varias comunidades autónomas, discurre por la provincia de Valladolid por el sureste.
Los peregrinos que siguen esta ruta disfrutan de paisajes de gran belleza natural, como los campos de cereal que caracterizan la meseta. Este itinerario es ideal para quienes buscan una experiencia tranquila, lejos del bullicio de otras rutas más populares.
Una vez en Valladolid, el camino sigue las antiguas rutas de comunicación que conectaban el centro peninsular con el noroeste. Durante el trayecto, pasan por las históricas localidades de Medina del Campo y Tordesillas. En Medina del Campo, los caminos se bifurcan: el Camino de Levante se dirige hacia la Vía de la Plata, pasando por Nava del Rey, Siete Iglesias de Trabancos, Castronuño y Villafranca del Duero, y continúa hacia Toro y Zamora.
El Camino del Sureste
El Camino del Sureste conecta Madrid con el Camino Francés, y abarca también parte de la provincia de Valladolid. Ofrece una experiencia única para los peregrinos, quienes recorren paisajes tranquilos y localidades con un gran legado histórico. Esta ruta, que conecta el sureste de España con Santiago de Compostela, llega a la provincia vallisoletana después de recorrer diversas regiones como Alicante, Valencia, Murcia y Castilla-La Mancha, uniéndose a otras rutas jacobeas en su trayecto.
El trayecto cruza dos de las localidades más emblemáticas de la provincia: Medina del Campo y Tordesillas, ambas con un importante patrimonio monumental e histórico. En Medina del Campo, el Camino del Sureste se bifurca, permitiendo al peregrino elegir entre diferentes caminos hacia Santiago.
Desde aquí, la ruta sigue su curso hacia Tordesillas, otro lugar de gran relevancia histórica, y continúa por pueblos como Villavieja del Cerro, Vega de Valdetronco, Mota del Marqués y Villadefrades. Cada uno de estos municipios aporta un toque especial al recorrido, con sus iglesias, plazas y construcciones tradicionales que invitan al peregrino a hacer una pausa y disfrutar de su historia.
