Ricardo Ortega
Un 30 de enero la provincia de Valladolid se levantaba sobresaltada ante el fallecimiento de Jesús Anta Roca, estudioso del patrimonio local, divulgador, colaborador de diversos medios de comunicación y sobre todo persona entrañable, militante con una mirada extrañamente amplia.
Jesús encarnaba la defensa de profundas convicciones envuelta en guante de seda. De esas personas de las que no se conocen enemigos, que siempre se detienen a saludar.
Hasta hace pocas semanas seguía guiando grupos de visitantes por el Cementerio Municipal de El Carmen. Era un convencido de los valores históricos, casi arqueológicos, de aquel camposanto.

Recorría a pie las tumbas de algunas de las personalidades más destacadas de la ciudad. Mostraba el monumento levantado a golpistas como Onésimo Redondo o el general Martínez Anido, pero sobre todo se detenía en el Panteón de los Vallisoletanos Ilustres y en el monumento a los fusilados al comienzo de la guerra civil, junto a los restos de las fosas comunes.
La página web de Valladolid Toma la Palabra agradecía desde primera hora su compromiso con la ciudad, con el movimiento vecinal y con la lucha por la protección del patrimonio.
Nacido en Valladolid, Jesús ha desempeñado durante décadas un papel fundamental en la política municipal y provincial. Fue concejal en el Ayuntamiento entre 1991 y 2003, así como diputado provincial entre 1991 y 1999, en ambos casos por Izquierda Unida. Su compromiso con la ciudad y sus habitantes también se reflejó en su trayectoria como secretario provincial del Partido Comunista de España (PCE) y de Comisiones Obreras (CCOO).
De forma paralela a su labor política y sindical, se dedicó con intensidad al activismo vecinal y a la defensa del patrimonio y los espacios naturales. Su pasión por la historia y la identidad local le llevó a escribir numerosos libros sobre la ciudad y a publicar cientos de artículos en prensa y revistas especializadas.

“Su fallecimiento supone una gran pérdida para Valladolid y para todos aquellos que compartimos su compromiso con la ciudad y sus valores”, destacan desde Toma la Palabra, cuyos integrantes se declaran “devastadas”.
Que la tierra te sea leve, compañero.
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Fotografía principal: Alberto Mingueza/ Toma la Palabra



