Las calles esconden múltiples tesoros en las ciudades o en nuestros pueblos. No sólo por la historia de los edificios, sus moradores o sus actividades, sino también por los rótulos que muestran comercios o industrias de otras épocas pasadas que forman parte del acervo cultural local.
Estos rótulos muestran marcas comerciales que nos recuerdan nuestra infancia, industrias en las que trabajaban nuestros antepasados o marcas que identifican localidades. Justo todo lo contrario de lo que la globalización está realizando en la mayor parte de nuestros centros históricos, junto a los cambios de hábitos a la hora de comprar productos,
A su conservación, protección y difusión se dedica, desde su fundación en 2020, la Red Ibérica en Defensa del Patrimonio Gráfico. Una red conformada por más de sesenta colectivos de toda España y Portugal, uniendo iniciativas de toda la Península Ibérica. Iniciativas que trabajan en la salvaguarda de este rico y desconocido patrimonio. En Castilla y León tenemos diversas iniciativas, como Zamora Patrimonio Gráfico; Atrapaletreros y L Mayúscula en León, o Valladolid con carácter.
La Red peninsular es un lugar de encuentro para todas las personas y colectivos interesados en conocer las vidas de las ciudades, de los barrios, de los pueblos… con lo que define su identidad. El patrimonio gráfico se ha convertido en un espacio de encuentro intergeneracional para recordar la memoria pasada y poder proyectar nuestras ciudades hacia el futuro sin olvidar el pasado existente y particular de cada lugar.
Las redes sociales, especialmente Instagram, suele ser el principal medio de difusión de estos colectivos. Hay colectivos que rescatan rótulos y los conservan en almacenes para evitar su destrucción. En Valladolid con carácter quisieron llegar más allá, con la catalogación y geolocalización de más de mil referencias en su web.
Esta iniciativa se creó en 2017 por iniciativa de Laura Asensio y ha contado con la participación de los fotógrafos Miriam Chacón y José Ignacio Gil, aparte del asesoramiento de Carlos de Miguel. El espaldarazo definitivo se produjo al ganar la convocatoria de Sala 0 en el Patio Herreriano en septiembre 2018, donde se expusieron artísticamente diversas obras relacionadas con el patrimonio gráfico. En esta exposición se daba a conocer el trabajo de investigación, documentación y experimentación sobre la tipografía, rotulación y escritura urbana en Valladolid, que se llevó a cabo en colaboración.
El culmen del proyecto fue la edición del libro ‘Valladolid con carácter’ realizado por el Ayuntamiento de Valladolid en diciembre del 2022.
Los distintos rótulos muestran un fiel reflejo de la identidad socioeconómica de las localidades, con una gran importancia artística, histórica y cultural. Muestra parte de la evolución de las ciudades aportando un recorrido interesante por la historia de nuestros pueblos. Por muchos de nosotros son conocidas marcas como Philips o Nitratos de Chile.
Se destacan rótulos con personalidad, con letras a medida, realizadas de manera artesanal en muchas de las ocasiones y con un repertorio iconográfico que se ha visto en descenso en los últimos años. A través de los rótulos se habla de comercio, de historia, de sociedad… Era el principal reclamo publicitario existente en una sociedad en la que no se cuidaba tanto la imagen como actualmente.
Importante es el oficio y la maestría del letrista que ensalza y pone en valor lo que anuncia. A través del diseño de letras construye la identidad del lugar rotulado y le dota de un carácter único. En un paseo por nuestras calles podemos contar cómo es y cómo ha cambiado el oficio de la rotulación, sus técnicas y materiales, durante el siglo XX principalmente.
La mayoría de los rótulos existentes nos los encontramos en locales vacíos: escaparates con pintadas y el permanente cartel de “se alquila” o “se vende”. Letras en riesgo de desaparición o de las que solo queda su huella, cuentan la situación que estamos viviendo.
Así, el repertorio iconográfico de las calles constata un rápido proceso de transformación, consecuencia de un modelo de desarrollo que facilita el despliegue de marcas globales con rótulos sencillos ya que las principales acciones publicitarias se han trasladado al ámbito digital. Mientras que los rótulos tradicionales enriquecían el paisaje urbano aportando singularidad, la estandarización diluye su personalidad. Desgraciadamente, es común la pérdida irreparable de este tipo de rótulos, carteles luminosos o murales publicitarios al no tener una protección patrimonial tan demandada como necesaria.
La divulgación es un elemento clave para estas iniciativas. Es por ello, que recientemente se ha celebrado en el Departamento de Geografía e Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valladolid, un coloquio sobre la importancia del patrimonio gráfico dirigido a la sensibilización de los estudiantes universitarios.
El patrimonio gráfico está gravemente amenazado por la llegada de las franquicias, apoyado en el desarrollo del turismo, la gentrificación y el aplanamiento de la imagen de nuestras ciudades.
Cada vez más, estas empresas multinacionales, junto con el comercio digital, están haciendo desaparecer muchos de los históricos rótulos y detalles que han definido nuestras ciudades y nuestras vidas.
La Red Ibérica propone ser una herramienta disponible y abierta para desarrollar estrategias conjuntas con las que mantener la idiosincrasia de los barrios, pueblos y ciudades. El patrimonio gráfico es una joya por su valor histórico, artístico y cultural que debe ser conservado y protegido, como elemento cultural y diferenciador de los municipios.
Foto principal de Miriam Chacón
