El Museo del Pan de Mayorga se convirtió este miércoles 3 de diciembre en el epicentro de la innovación rural con la celebración del evento “Raíces de innovación: I Encuentro Tierra de Campos”, organizado por NODDO – Red de Centros Tecnológicos de Castilla y León.
El evento, enmarcado en el Banco de Proyectos Innovadores del Programa Territorial de Fomento para Tierra de Campos (2024-2031) financiado por la Consejería de Economía y Hacienda, reunió a grupos de acción local, representantes institucionales, empresas, cooperativas y agentes locales con el objetivo de mostrar cómo la tecnología y el saber tradicional pueden convivir para generar nuevas oportunidades en el territorio.
La jornada permitió conocer iniciativas que ya están aplicando soluciones avanzadas en sectores clave, desde el uso de sensores IoT en los silos cerealistas hasta el ordeño robotizado en explotaciones de vacuno, pasando por nuevas técnicas agronómicas para mejorar la productividad de la lenteja pardina, el desarrollo industrial de cubiertas metálicas, el aprovechamiento de la palomina o proyectos de economía circular basados en la valorización textil.
Estos ejemplos mostraron que Tierra de Campos se está convirtiendo en un espacio donde la innovación se integra de forma natural en la actividad productiva. Uno de los momentos destacados fue la presentación de la periodista Cristina Carro del Caso de éxito 1: Ganadería 4.0, en el que participó el técnico del Grupo de Acción Local ‘Campos y Torozos’, David Rodríguez, junto a Sonia Rodríguez (Vazaeco Coop.) y Luis Miguel González (CARTIF). En este espacio se abordó cómo las explotaciones de la comarca están integrando sistemas automatizados y nuevas herramientas digitales que mejoran el bienestar animal, optimizan los procesos productivos y refuerzan la competitividad del sector ganadero.
En este contexto, la intervención del GAL ‘Campos y Torozos’ aportó una visión clave
sobre la relación entre innovación y desarrollo rural. Rodríguez recordó que innovación y LEADER están íntimamente conectados, ya que la metodología LEADER sitúa a la comunidad local como protagonista de su propio futuro, permitiendo que las soluciones innovadoras surjan desde dentro del territorio y no se impongan desde fuera.
Durante su intervención, explicó cómo impulsan los GAL la innovación en el medio rural, destacando varios mecanismos fundamentales. En primer lugar, subrayó la capacidad de los GAL para detectar necesidades y oportunidades locales, gracias a su presencia constante en el territorio y a su relación directa con la población, empresas, asociaciones y administraciones. Este conocimiento de proximidad permite identificar ideas que responden a problemas reales y convertirlas en proyectos transformadores.
En segundo lugar, destacó que los GAL crean un entorno favorable para la experimentación, promoviendo proyectos piloto que permiten probar soluciones nuevas de forma flexible y adaptada al contexto rural.
A esto se suma la labor de acompañamiento técnico y financiero, ya que los GAL no solo gestionan los fondos LEADER, sino que asesoran, orientan y apoyan a los promotores durante todas las
fases de sus iniciativas.
Otro aspecto esencial es la capacidad de los GAL para fomentar la cooperación y el intercambio de conocimientos, tanto a nivel regional como europeo, mediante proyectos interterritoriales y transnacionales.
Paniagua recordó que esta cooperación acelera la adopción de prácticas innovadoras y permite que territorios rurales con desafíos similares aprendan unos de otros. Además, resaltó que la innovación no se limita a la tecnología: los GAL promueven también la innovación social, que incluye nuevas formas de organización comunitaria, redes de productores locales, servicios comarcales y modelos participativos que fortalecen el tejido social.
Rodríguez respaldó esta visión con cifras que evidencian el impacto del programa LEADER en Castilla y León: entre 2014 y 2022 se movilizaron 483 millones de euros, se apoyaron 4.600 proyectos y se crearon 2.500 empleos, muchos de ellos ocupados por mujeres y jóvenes. Con casi 6.000 socios en la Comunidad, los 44 GAL son estructuras con una amplia legitimidad social, capaces de conectar el potencial del territorio con las oportunidades de futuro.
El encuentro concluyó con una llamada a reforzar la colaboración entre los actores del territorio, los centros tecnológicos y las instituciones públicas, con el objetivo de consolidar la comarca natural de Tierra de Campos como un referente en innovación rural. Una innovación que, tal y como se destacó durante toda la jornada, no rompe con las raíces del territorio, sino que las revitaliza para construir un futuro más sostenible, competitivo y cohesionado.



