Desde la Ruta del Vino Sierra de Francia os invitamos a seguir soñando despiertos, y a seguir viajando dormidos. Que lo esencial pronto volverá a ser cotidiano, y seguiremos disfrutando de los pequeños detalles que nos hacen grandes. Una comida en familia, las escapadas con amigos, una buena copa de vino, un atardecer en la sierra, un día soleado, respirar naturaleza, disfrutar la buena mesa, un paisaje de postal, un paseo entre viñedos…
En estos tiempos difíciles, necesitamos que un poco de felicidad llame a nuestras puertas. Y aunque debemos permanecer en casa, podemos seguir abiertos a la ilusión. Porque pronto volveremos a viajar, y volveremos a emocionarnos, haciendo lo que más nos gusta.
Disfrutar sin prisas de los entornos privilegiados que nos regala la Ruta del Vino Sierra de Francia, como la Reserva de la Biosfera Sierra de Béjar y Sierra de Francia. Sentir la pureza de nuestros parajes naturales a través de rutas de senderismo, recorridos preparados para BTT y caminos accesibles que podrás recorrer en familia o con amigos. Recorrer nuestros pueblos con encanto, entre los que se encuentran algunos de los más bonitos de España. Descubrir el patrimonio cultural y vitivinícola, con los múltiples lagares rupestres que encontramos en todo el territorio. Dejarse seducir por nuestra gastronomía y platos tradicionales, como las patatas meneadas o el cabrito cochifrito, acompañados, como no podía ser de otra manera, con nuestros excelentes vinos DOP Sierra de Salamanca. Visitar las bodegas familiares con su historia centenaria y su pasión por el vino. Familias que aman lo que hacen, y hacen lo que aman. Vivir la hospitalidad de nuestras gentes, conocer sus costumbres y su forma de vida tradicional. Perderse por el entramado de calles de piedra y arquitectura popular que conforman nuestros pueblos y municipios. Un viaje único al pasado, donde el arraigo a la tierra y la tradición están latentes en todo momento.
Desde la Ruta del Vino Sierra de Francia os animamos a celebrar todo lo bueno que nos rodea. Hoy más que nunca, queremos estar cerca de ti, y contarte que nos quedan mil motivos para sonreír. Porque la felicidad no depende de lo que nos pueda pasar, sino de la forma en la que percibimos lo que nos ocurre.
