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Esperanza. Las Edades del Hombre en Zamora

La segunda visita de la muestra de arte sacro a la ciudad del Duero se extiende hasta abril de 2026

Alberto y César Fernández

En la Perla del Románico se originó en mayo de 2001 Remembranza, de Las Edades del Hombre. Era su primera visita a esta Villa. Fue inaugurada por el obispo Varela, rememoraba la fundación de la diócesis sobre 1.100 años de existencia, tuvieron como sedes la iglesia del Carmen de San Isidro y la catedral.

Su origen expositivo estaba dividido en cuatro grandes apartados: “La Tierra”, “El Agua”, “El Fuego” y “El Aire”. Cerca de 400 piezas formaron este evento artístico, que origino la visita de 510.000 visitantes en los 200 días de duración.

Luego llegó en abril de 2016 Las Edades del Hombre titulada AQVA, celebrada esta vez en la localidad zamorana de Toro. La muestra giró en torno al recurso indispensable que es la fuente de la vida, el agua.

El obispo Varela, a la izquierda, posa junto al cartel de la muestra.

Organizada en dos sedes, la Basílica Santa María la Mayor y la Iglesia del Santo Sepulcro, un relato de seis partes. Según la Junta de Castilla y León, en ella participaron cerca de 250.000 personas en 6 meses, habiendo un incremento superior del 6% del turismo en la provincia.

En esta edición XXVIII, la temática se inicia por los problemas que ha marcado este mundo, guerras y los efectos de la pandemia de Covid-19 y coincidiendo por la propuesta marcada del papa Francisco, al designar Año Jubilar vigente.

La corona, símbolo de la muestra, nos indica la desesperanza y sufrimiento, de ahí su designación. La Z esta destacada por la alusión de la ciudad sede, en palabras de su obispo Fernando Varela, “una llamada a reconocer en Zamora una tierra que no se resigna, sino que mira al futuro con esperanza y fe”.

Se reúnen piezas de arte sacro, de diferentes diócesis españolas y portuguesas, colaborando Zamora con 20. El Greco, Velázquez, Goya, Zurbarán, Pablo Picasso, Gregorio Fernández, Francisco Rincón o Juan de Juni, entre otros componen esta selección nutrida de genios para este paseo primoroso.

Cristo de las Injurias (Diego de Siloé).

Se ubica en dos partes, una en la iglesia de San Cipriano y la Catedral de San Salvador. En la primera se muestra el Preludio, El Trayecto de la Esperanza. Compuestas por 8 piezas de autores como Fernández, Siloé, de la Zarza o el Greco entre otros. Las restantes piezas estarán repartidas en la Seo, compuesta por artistas como Fernández, Rincón, Picasso, Berruguete.

De la influencia en las corrientes nuevas en el mundo museístico ha hecho cambiar la estética de las exposiciones. Anteriormente se organizaban los eventos con numerosas obras, llenando todos los huecos de las salas. En la actualidad se prefiere una cantidad mucho más reducida con obras de primera calidad, primando el espacio y distinguiendo esas excelentes piezas, que se las ubica en una sala a solas.

El Preludio

La pequeña iglesia románica de San Cipriano es el «Preludio» del viaje a la XXVIII edición de Las Edades del Hombre, que hasta abril de 2026 se celebra en la ciudad de Zamora.

Accedemos al edificio del siglo XVII por el pórtico de la fachada oeste que nos lleva a su única nave bien custodiada por la fe y la esperanza, personajes alegóricos con ropajes de pliegues angulosos y un tanto acartonados del insigne Gregorio Fernández.

La estancia se abre con la cruz que parece flotar suspendida en el aire justo en el punto central. Alrededor podemos contemplar diversas esculturas en madera, alabastro y piedra policromada.

Interior de la iglesia de San Cipriano.

La Anunciación, pieza fechada entre el 1300 y el 1315, perteneciente a la colegiata de Santa María la Mayor, Toro (Zamora). Una pintura del Greco observa el trasiego de la gente desde su privilegiada ubicación.

Tras esta introducción iniciada en la acogedora iglesia de San Cipriano, «El primer movimiento», “La Desesperanza”, y ya tras los muros de la Catedral de El Salvador, ‘La Perla’ Románica dotada de esa característica cúpula de piedra en forma de escamas, somos guiados a su interior entre repujadas cruces platerescas y esculturas como la de ‘Santa Ana’, ‘La Virgen y el Niño’ del siglo XVI, u obras de calado más contemporáneo.

«El Segundo Movimiento», “La Pasión del Hombre”, nos adentra en los óleos de ‘San Sebastián’ o el ‘Martirio de San Bartolomé’. La ‘Cabeza de Juan Bautista’, (Juan de Juni), es francamente estremecedora en su visión.

Otras obras como ‘San Sebastián’ o el ‘Martirio de San Bartolomé’ en madera policromada, lucen ricas vestimentas que nos traen a la mente a los sayones de los pasos de Valladolid dotados de prendas con vívidos colores y acuchilladas heredadas de los Lansquenetes de Carlos V.

El marfil también se hace un hueco entre la piedra románica y la madera del barroco, retratando a dos santos. Ocho bustos de las ‘Santas Mártires’ armadas con plumas y papel, nacidas de Fernández y su taller.

Matanza de los Inocentes (taller compostelano de tradición mateana).

Hay una curiosa escultura de un soldado asesinando con impunidad a un pequeño niño que ha sido realizada en granito policromado.

‘La Huida a Egipto’, el ‘Sacrifico de Isaac’ o la dolorosa del genio Salzillo, son otras piezas que veremos en el «El Segundo Movimiento».

Cuatro tallas de temática orientada a la Pasión de Cristo, inauguran el «El Tercer Movimiento». Solo entre las sombras, con la luz imprescindible, mostrando todo su esplendor, se alza el colosal crucificado de ‘Las Injurias’, de Diego de Siloe y que pertenece a la catedral. Un buen estudio anatómico con un tratamiento del perizomiun en húmedo.

‘La Piedad de Francisco del Rincón’, conjunto que por su ubicación se encuentra lejana al espectador pasando más bien desapercibida, aquí se la puede contemplar en su máxima plenitud; un diseño que la Gubia del Barroco llevaría a niveles de un genio.

La madera estucada y policromada se hace un hueco representando los últimos momentos de la vida de Jesús.

Una serie de cinco relieves llegados de la tierra de Robin de Locksley, nos ilustran diferentes periodos de la Pasión.

El Yacente de bulto redondo atribuido por algunos investigadores a Gregorio Fernández, a sido situado con exquisitez y pare estar flotando sobre la oscura estructura rectangular que sirve de base. Obra esta, que contrasta con el otro yacente de concepción más moderna que veremos en la sala contigua.

Sillería Coral Catedral de Zamora.

«Primer Movimiento», “Un ciclo nuevo y una tierra nueva”. Uno queda impresionado ante la monumental ‘Sillería Coral’ que se encuentra en la nave central, cerca del Transepto y que durante estos meses también formara parte de EsperanZa.

“La Resurrección” se ve representada con la bajada de ‘Cristo a Limbo’, (Esteban Jordán), ‘Cristo vuelve a la vida’, (Venancio Blanco), ‘Resurrección’, (Juan de Flandes) y ‘Cristo Resucitado’, (Juan de Montejo).

“El bautismo de Jesús”, tema personificado en EsperanZa con una pieza anónima del primer tercio del siglo XVII, o el ‘tríptico del Bautismo de Cristo’, (círculo de Quentin Metsys, 1510-1520). Los ‘Desposorios de la Virgen’ con valiosa policromía de estofados dorados, dan paso a ‘La Cena’ de Juni; una interpretación que de este momento hace el Maestro Borgoñes con personajes llenos de dramatismo, movimiento y vestimentas de pliegues angulosos y delicada policromía.

El metal también tiene su cabida con la ‘Custodia Procesional de Pedro de Ávila, Antonio Rodríguez y Narciso Sánchez, realizada en plata, plata sobredorada y bronce.

Capiteles en piedra labrada abren paso a la siguiente sala de gran tamaño. Aquí podemos contemplar las ‘Anunciaciones’ de Juan de Badajoz, el Viejo, el Greco y Pablo Picasso.

‘La conversión de San Pablo’ y los ‘Cuatro Evangelistas’, estos últimos de aspecto papal, obtienen también su lugar en la zona del trascoro.

‘San Juan Bautista’ del siglo XVI, contrasta con su compañero de estancia, ‘Gran Profeta’, escultura contemporánea en broce fundido.

Ya en la última parte, “Amen”, pinturas de Berruguete, Juan de Villoldo y Velázquez pueden ser admiradas. Nicolás Salcillo y el taller de Jacques Bernal junto a pinturas de temple y óleo, cierran las 85 piezas de que consta esta exposición.

La Piedad (Francisco del Ricón).

Nuestro agradecimiento a la Fundación Las Edades del Hombre por su atención y colaboración, y al obispo de Zamora, Fernando Varela. Reportaje gráfico, César Fernández

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