La ciudad de Béjar ha dejado atrás gran parte de su poderío lanero e industrial, vinculado al sector textil, pero sus murallas y su arquitectura civil encierran mucho del espíritu culto, liberal y emprendedor de los tiempos en que la localidad era una referencia para toda España. Su actividad económica está en buena medida ligada al sector turístico, que se beneficia de un patrimonio histórico sorprendente y de una situación privilegiada: entre las provincias de Ávila, Cáceres y Salamanca.
Uno de los puntos fuertes de la ciudad, que atrae visitantes a lo largo de todo el año, es su ubicación al pie de la Sierra de Béjar, que hace las delicias de los aficionados al senderismo y los deportes de montaña; el propio Ayuntamiento de Béjar es propietario de la estación de esquí de La Covatilla, con 24 pistas y algo más de 20 kilómetros esquiables.
Béjar es sin duda un destino idóneo para el turismo religioso, con templos que merecen una visita, como los de Santa María la Mayor, El Salvador o Santiago. Este último, un edificio románico del siglo XII, con la peculiaridad de albergar el Museo de Arte Sacro de la localidad. La enumeración de sedes religiosas no puede dejar de lado el santuario de la Virgen del Castañar, a dos kilómetros del casco urbano. En el mismo paraje se alza la que está considerada la plaza de toros más antigua de España, construida en piedra en 1711.
Los Hombres de Musgo
Uno de los principales recursos turísticos de Béjar es la procesión del Corpus Christi, cuyos orígenes se remontan al siglo XIV y que está declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional. Su celebración está íntimamente ligada a otra figura histórica, la de los Hombres de Musgo, que enlaza la religión con la toma de la plaza a los musulmanes.
Hoy la apuesta turística local no se puede desligar de las rutas turísticas, como las de los Picos de Valdesangil, la Sierra, Peña Negra, el Cedro Centenario o de las Fábricas, elegida como Ruta del Año por los usuarios del portal turístico Turinea.
